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          Landon Donovan tuvo sus primeros minutos con León en México

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          • Iván Cañada
          10 de feb, 2018, 19:00 ET

          LEÓN -- Su semblante detonaba nerviosismo. Por primera vez desde noviembre de 2016 jugaría de manera profesional. Un par de oraciones, mirada fija en el pasto y dos saltos para pisarlo después, mientras miles de aficionados le aplaudían y lo ovacionaban. Landon Donovan por fin debutó en el futbol mexicano como jugador del León.

          El estadounidense fue seguido en todo momento. Desde que llegó al estadio, tenía todos los reflectores puestos, más allá de que no se llenó la casa de la fiera en esta ocasión.

          Calentó con los suplentes y se sentó a un lado del jamaiquino Giles Barnes, con quien platicó en su idioma nativo. Concentración al 100 por ciento. Siempre atento a cada jugada y por momentos incluso impaciente con ganas de estar en la cancha. Llegó el minuto 35 y con ello los primeros ejercicios de calentamiento. La afición apenas lo vio de pie y le aplaudió de inmediato. Trato de ídolo con todo y su pasado con el futbol mexicano.

          Mientras corría el cronómetro, las ansias aumentaban, no sin antes apretar en el calentamiento. “¡Ya metan a Donovan!”, gritaban algunas voces desesperadas que pagaron su boleto para presenciar el debut del jugador que presentaron como estrella en el Bajío.

          Por fin llegó el llamado y con ello se despojó de su casaca de entrenamiento. De inmediato festejó la afición esmeralda. Fue casi como un grito de gol sin importar que faltaban siete minutos de juego.

          Andrés Andrade fue el sacrificado y los aplausos llegaron, aunque no para el colombiano, autor de uno de los dos goles de la victoria, sino para Landon Donovan, el jugador más esperado en las últimas semanas.

          El estadounidense, consciente de las expectativas, no escatimó en esfuerzos sin importar que tuviera que hacer jugadas defensivas. Prometió defender el escudo en todo momento y lo intentó en su primera oportunidad.

          Pases sencillos, piques en defensa para robar algún balón, cambios de juego precisos... Donovan lo hizo todo bien y se esforzó tanto que antes del silbatazo final se doblegó y apoyó sus manos en sus rodillas en señal de cansancio. Fueron siete impetuosos minutos. Al final, aplausos de vuelta a la afición que acudió al estadio y que presenció una victoria y el debut del ‘Capitán América’.