El peruano Juan Reynoso, quien dirige a Puebla en el Clausura 2020, es el único entrenador que ha creído en Santiago Ormeño Zayas, delantero de la 'Franja' que el viernes saltó a la fama por brillar en la e-Liga MX con un hat-trick contra el América.
Santiago Ormeño, nieto de Walter Ormeño (Q.E.P.D.), no ha tenido una carrera fácil, de ahí que a sus 26 años aún no sea un futbolista consolidado en el futbol mexicano, no obstante haber pasado por Pumas (en dos etapas) y América; también fue parte de Pioneros de Cancún y Lobos BUAP, ambos de la Liga Premier (Segunda División).
Por una u otra razón fue de equipo en equipo, hasta que llegó a probarse al Puebla, con Enrique Meza como técnico y Juan Reynoso como auxiliar, de cara al Apertura 2018. El ansiado debut en la Liga BBVA MX se le presentó en la fecha 13 en un partido ante Morelia, aunque apenas jugó 17 minutos.
El potencial goleador del canadiense Lucas Cavallini le impidió a Santiago tener más oportunidades y en el siguiente Clausura 2019 solo participó en dos juegos (24 minutos).
Otro escollo más en su camino: la dupla técnica que le estaba dando confianza fue despedida y para su mala suerte no entró en los planes del nuevo timonel, José Luis Sánchez Sola, ‘Chelís’; pero así como se le cerró una puerta se le abrió otra.
Juan Reynoso regresó a Perú para dirigir al Real Garcilazo (hoy Cuzco FC) y Santiago tuvo cabida en el equipo en tierra de su abuelo. Había sido contratado por seis meses y no los cumplió, porque los planes cambiaron.
Reynoso fue llamado de nuevo por Puebla, pero ya no como auxiliar, sino para relevar a ‘Chelís’ quien no había conseguido buenos resultados. No pasó mucho tiempo para que Santiago volviera también al club poblano (Clausura 2020), con el cual tiene un año más de contrato.
Su hermano Walter Tercero es gamer
Nadie mejor que su papá, Walter Ormeño Jr., para hablar un poco más sobre el andar de Santiago en el futbol.
“Empezó a jugar a los 6 años en el Instituto México, ubicado en la calle Miguel Laurent, en Ciudad de México. Nació zurdo, pero el tiempo le dio el aprendizaje de manejar los dos perfiles. Era un espectáculo verlo jugar. Su estilo de juego era, hagan de cuenta, el de Lionel Messi, sin exagerar”, relata Ormeño Jr. A ESPN.
“Anotaba de 40 a 50 goles por torneo. Ganó títulos todos los años como seleccionado del Instituto. Era querido y adorado por la comunidad escolar de su generación. A los 11 años fue a Pumas, aunque mi papá me dijo y me dijo bien, que no lo llevara porque aún estaba muy chico y que ahí le iban a quitar el gusto por jugar. El entrenador de la categoría, Mauricio Pedroza, quien había insistido en que lo llevara, no lo valoró. Lo quería hacer jugar de lateral y mejor lo saqué y fuimos al América; él ya tenía 12 años”.
Tampoco encontró un lugar en el nido “y de ser un chico de colegio llegó a compartir con toda la banda y como es rubio, pues, lo traían de bajada; pero su capacidad individual y su talento lo mantuvieron en el club”.
Con las Águilas estuvo hasta los 21 años en las categorías inferiores y antes de irse recibió su carta. El destino lo puso otra vez en Pumas (Apertura 2015) y fue registrado en la Segunda División, con el respaldo de José Luis Arce. Lamentablemente para su causa, se lesionó en un entrenamiento y fue operado del ligamento colateral. En la etapa de Juan Francisco Palencia en el primer equipo, algunas veces fue llamado para entrenar con el plantel, pero de nuevo emigró, con su carta en la mano.
Jugó algún tiempo en Liga Premier “y la labor de papa de aconsejar y motivarle al final le ayudó a continuar”, pues confiesa Ormeño Jr. que a Santiago le desanimaba un poco no estar en la Primera División. Para él, su hijo ha tenido mala suerte al toparte con entrenadores “rubiofóbicos que tanto existen en el futbol mexicano”.
Por último, se refirió a Santiago, el goleador de la eLiga MX: “Él juega esto porque su hermano, Walter tercero, es ‘geek’ de consolas y ahí aprendió”.