“Somos lo que hacemos día a día.
De modo que la excelencia no
es un acto sino un hábito”.
Aristóteles
MÉXICO -- Previo al Apertura 2020 comenzó el desmantelamiento del andamiaje económico de muchos equipos. Todos los días se leen despedidas de jugadores y entrenadores a través de sus redes sociales, con mensajes políticamente correctos de agradecimiento.
Lo real es que los 18 sobrevivientes de la Primera División de la Liga MX están implementando medidas de ahorro severas para bajar sus costos operativos, lo cual necesariamente impactará en la calidad del espectáculo.
Figuras en la cancha como Marcelo Barovero (que cumplió años muy exitosos en México con Necaxa y Monterrey), Rubens Sambueza (larga trayectoria en Tecos, América, Toluca, León, Pachuca), César Montes (de los jóvenes más destacados del Monterrey), José María Basanta (figura de Rayados, mundialista argentino) y varios más han anunciado su adiós a los equipos donde jugaban hasta el Clausura 2020.
Y de la banca, por cuestiones económicas, también abandonan sus respectivos barcos Víctor Manuel Vucetich, de Querétaro, y Pablo Guede de lo que quedaba del Morelia.
Se están dando casos, cuando menos uno confirmado, de clubes que incluso se mudan de plaza, como el caso de Monarcas, que deja Michoacán para irse a Mazatlán, Sinaloa.
Otro problema, no menos grave, es el que se viene con respecto a los contratos de los futbolistas que se mantengan en los planteles.
Jugadores que, teniendo contrato firmado, se nieguen a aceptar reducción drástica de salario, podrían ser enviados a la 'congeladora' o a la Liga de Desarrollo.
Esos jugadores saben que mientras no firmen un adenda o 'adendum', como le llaman algunos abogados (que es “todo aquel añadido que se agrega a un escrito”) que sea agregado al contrato original, mantendrán su 100 por ciento de posibilidades de cobrar todo lo firmado a través de la Comisión de Resolución de Controversias de la propia Federación Mexicana de Futbol.
Si el futbolista, presionado, convencido, asustado, 'apanicado' o lo que usted quiera, firma un “añadido” a su contrato, entonces dejará a la Asociación Mexicana de Futbolistas Profesionales sin posibilidad de llevar su reclamo a Controversias.
La decisión de los clubes, justificada o no en razón de los efectos económicos de la pandemia, es firme y determinada: van a bajar el costo operativo de sus planteles de cada al Apertura 2020. Y lo van a bajar de forma drástica.
Volverán al mercado las modas del intercambio de jugadores, la cesión temporal con o sin opción de compra, la renta de los servicios de un futbolista, etcétera. No habrá muchas compras ni ventas. El mercado está contraído y las pérdidas económicas ocasionadas por la pandemia que terminó anticipadamente, y sin campeón el Clausura 2020, fueron multimillonarias, no sólo en México sino en el mundo entero.
Los que puedan vender jugadores al extranjero (Europa o la MLS), les pondrán moño y los envolverán para regalo. Y venderán al que sea, por más figura representativa que sea de su equipo.
La industria del futbol en México sobrevivirá, quizá todo este año sin público en las tribunas, pero la calidad en la cancha, después de este colapso sanitario y económico, bajará considerablemente.