Más del 90% de los boletos para los partidos de la final se vendieron en línea; pero los pocos que llegaron a taquilla o en manos de revendedores ocasionaron incidentes
Atlas y León 'sacaron' de las calles hasta 75,000 boletos de la serie final del Apertura 2021. A través de medios digitales, ambos clubes vendieron la gran mayoría de las entradas para los partidos en el Estadio Nou Camp y Estadio Jalisco en línea, una medida que ayudó a tener mejor organización y mermó la reventa, aunque no la erradicó por completo.
Así como los clubes trasladaron la venta de entradas a medio digitales, pero en redes sociales y grupos de mensajería existe una libre oferta-demanda de boletos para la final.
"La reventa es un problema que no podemos erradicar por completo, pero sí es más difícil comprar un pantallazo o comprar una hoja de papel, a comprar un boleto que tiene muchos elementos de seguridad", indica Aníbal Fájer, director de reveneu de Atlas.
Los incidentes en las taquillas del estadio Jalisco el lunes y martes, largas filas, brotes en enfrentamientos y detonaciones, ocurrieron con solo el 10% de los boletos para el partido de vuelta disponible. El club rojinero informó a ESPN Digital que el 90% de las entradas se vendieron por medio de la App del equipo y venta digital de su socio en la venta de boletos.
Algunos de los beneficios de la venta digital de boletos está evitar el traslado, largas filas y el gasto por acudir a taquillas del estadio. Aldo Guerrero, business developer de Boletomóvil, socio de León, indica que la final de ida ante Atlas fue el tercer evento de la compañía que más rápido se acabaron las entradas para el público genera, apenas en 23 minutos.
"Sí hubiera un estadio tres veces más grande se hubiera llenado", señala el directivo.
León es uno de los equipos que desde que comenzó el regreso de aficionados a los estadios apostó por el cierre de taquillas físicas y trasladar la venta de entradas al mundo digital.
"Trae muchos beneficios para el club: mejorar los costos, se evita mucha reventa, al no tener boletos impresos, se le complica al revendedor de toda la vida, al no tener un boleto que vender en la calle", añadió Aldo Guerrero.
La medida de vender los boletos vía digital para la final Atlas vs León provocó que los revendedores buscarán sofisticar sus métodos y también intentaron colocar sus boletos por las redes sociales.
En el día previo a la final, no había revendedores a los alrededores del inmueble, debido a que sólo se podía comprar el boleto por medio de un registro en una página de Facebook, en la que se remitían a los interesados a un Whatsapp y ahí se hacía la negociación.
Había aficionados del Atlas que decidieron no aceptar ese modus operandi, porque se les pedía depositar el dinero y luego se les enviaba el código QR por mensajería, con esa imagen podía entrar al estadio Nou Camp.
El día del partido entre León y Atlas, sí había revendedores en los alrededores del estadio. Las autoridades lograron detener a siete personas que trataron de vender boletos por la vía ilegal y resaltó el caso de un revendedor, que vendió un mismo código QR siete ocasiones.
Las autoridades lograron detener al individuo y los aficionados consiguieron recuperar su dinero. En las puertas de entrada, para evitar que esto ocurriera, se rompían las hojas en las que los aficionados decidieron imprimir sus códigos QR y las personas que llegaban con uno que ya había sido escaneado, eran apartados de la fila.
Antes de la pandemia por Covid-19, Atlas vendía el 10% de sus boletos en línea, mientras que en León el porcentaje llegaba al 30 por ciento. La Liga MX impuso un protocolo de regreso de los aficionados a los estadios donde, entre las medidas, se limitaba la venta de boletos en taquilla, pero después de varias semanas y el aumento del aforo en los inmuebles, regresaron las filas a las taquillas de los estadios.
"Afectando la confianza del consumidor es la forma más efectiva (de erradicar la reventa)", comenta Aníbal Fájar.
Ante la falta de confianza de los aficionados que asistieron al juego entre Atlas y León, en el estadio Nou Camp, los precios se triplicaron, ya que el boleto más barato, de 500 pesos, se vendía hasta en mil 500.
“Cuesta más trabajo generar confianza con los compradores, porque buscan un boleto físico”, confesó un revendedor que se encontraba a los alrededores del estadio de los Panzas Verdes.