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La Fuerza Interior: Guillermo Ochoa

ESPN Digital

El portero del América es ejemplo de calidad y constancia, sin duda fue el jugador del año

Mis pensamientos vagaban y recordaba cómo en mis inicios en la Selección Amateur, teníamos que estar en el Centro Deportivo Olímpico Mexicano. Para estar concentrados necesitábamos mantener un alto nivel futbolístico y después había una depuración.

Teníamos competencias internacionales como Cannes, Panamericanos, Centroamericanos y CONCACAF, recuerdo que fuimos campeones varias veces, pero en una de ellas mis entrenadores en ese tiempo, Alfonso Portugal y Diego Mercado, dieron de baja a 10 jugadores que no cumplieron con el requisito de la parte física y de la parte mental hacia la competencia internacional.

Cada torneo que pasaba era una incertidumbre porque primero tenías que ser elegido, después jugar en la competencia, luego imponerte a la competencia internacional para quedar así en el equipo definitivo, ese equipo definitivo era la Selección Olímpica de 1976.

Después recuerdo mi entrada al profesionalismo, cuando llego a los Tigres del U de Nuevo Léon, Carlos Miloc, con 40 grados de temperatura y jugando un partido amistoso, me hacía ir y venir permanentemente a la defensiva y al ataque, recuerdo un partido que no tenía piernas, no tenía aire, pero había algo más adentro de mí que me obligaba a seguir, me obligaba a correr, me obligaba a nunca parar y tenía que regresar y tenía que volver a ir, no sé si era amor propio ... o "El Alma que Nunca Para"... no sé si algo más profundo era el que corría, pero yo seguía corriendo, sin aire, esa es la manera que Carlos Miloc me exigía para jugar en los Tigres, ese equipo a la larga fue campeón, hablo de la Temporada 1977-1978.

Más adelante me volvió a ocurrir en Puebla, llegó un momento en que no podíamos ni dormir porque había dos descensos, dos equipos iban a descender y nosotros estábamos involucrados en el lugar de descenso. El técnico era Manuel Lapuente y teníamos que entrenar más, teníamos que correr más, teníamos que dormir menos... descansar más, teníamos que estar más concentrados, más listos para jugar cada partido, nos jugábamos la vida para salvarnos del descenso y solamente de esa manera lo logramos, solamente con ese espíritu de entrega incondicional, con esa suma de esfuerzos constantes y permanentes sin relajación, solamente de esa manera logramos algo que se llama “el salto de calidad”, algo que solamente lo logran los grandes jugadores, En situaciones extremas, algo que los jugadores diferentes llegan a tener...

En 2005, América jugaba la Copa Libertadores ante Vélez Sarsfield... yo tenía que ganar ese partido... y hacer movimientos para el siguiente... enfrentabamos a Cruz Azul en la Liguilla Mexicana.... Solo un día de descanso para el siguiente partido. Mi solución creativa fue ir a "La casa de los Dioses". Gran meditación y relajación. No había tiempo para más!!! Cuauhtémoc Blanco fue nombrado el Mejor Jugador del Partido entre argentinos y mexicanos.

Otro jugador diferente es Guillermo Ochoa. De 60 partidos seguidos... Salud física... No lesiones... Alta Concentración... Alta Competitividad... Cuatro vecez mundialista: Alemania, Sudáfrica, Brasil y Rusia.... Medallista de bronce en Japón y por supuesto el América de Mexico... Antes España, Francia y Bélgica. Un ejemplo de altos niveles de calidad y consistencia... Sin duda es el Jugador del AÑO.

Esto es, Desde la Cancha, para ESPN.