LOS ÁNGELES - Las diferencias de personalidad entre Zlatan Ibrahimovic y Carlos Vela a ambos lados de la división entre LAFC y LA Galaxy son totales.
Mientras que por un lado el sueco es un imán que atrae la atención mediática y frecuentemente es un hábil operador a la hora de manipularla, por el otro el nativo de Cancún es una figura reacia al protagonismo y no busca tener los reflectores puestos sobre él. Vela ha crecido en Los Ángeles en gran medida debido a la tranquilidad que sienten él y su familia fuera del terreno de juego.
No obstante, Ibrahimovic y Vela comparten un rol como jugadores capaces de hacer la diferencia para sus equipos y el pasado domingo, nuevamente, encendieron un clásico que se está convirtiendo rápidamente en el mejor de toda la MLS. El sueco y el azteca se enfrascaron en un duelo goleador que terminó en empate 3-3, con Ibrahimovic rompiendo el arco en dos ocasiones para quedar en ocho tantos en las cinco versiones del derbi de "El Tráfico" hasta ahora y con Vela convirtiendo uno para sumar siete goles.
Pero en esta ocasión, fue Vela quien aportó el tema que despertó mayor debate y controversia.
El capitán del LAFC lanzó su brazalete de capitán y parecía dedicar unas palabras poco amistosas al DT Bob Bradley después de haber sido sustituido en el minuto 61. Vela había convertido para dejar la pizarra 3-3 ocho minutos antes, pero parecía sentir las consecuencias de una lesión.
😳La pasión del jugador que afirmó que 'No le gusta el futbol' 🕯#LAFC #LAGalaxy #CarlosVela pic.twitter.com/MeG7B8TPzj
— ESPN Deportes (@ESPNDeportes) August 26, 2019
"(En el caso de) Carlos, el tendón de su corva se resintió", expresó Bradley en la conferencia de prensa después del partido, explicando la sustitución. "No lo sabemos con certeza, pero no creo que sea verdaderamente grave, toco madera, pero no queríamos asumir riesgos. Obviamente, se trata de un gran competidor y por eso no le alegra mucho cuando lo sacan de un partido".
"La conversación con Carlos es lo que ustedes podrían esperar", continuó el estratega. "Tomé esa decisión porque pienso que es la mejor para nosotros".
El deseo de imponerse al LA Galaxy estaba en su apogeo entre los hinchas del LAFC antes del partido. Y las posibilidades de que el LAFC asegurara la primera victoria sobre el Galaxy en su quinto intento se habrían incrementado con un Vela presente incluso a media máquina durante esos últimos 30 minutos.
El mexicano quería seguir en la cancha, pero claramente no valía la pena semejante riesgo.
Las estadísticas de Vela esta temporada son fenomenales y destacan lo importante que es para un equipo que juega al fútbol de ataque vertiginoso: Vela cuenta con 31 goles y asistencias en 26 partidos o, en otras palabras, aporta directamente a concretar un gol cada 55 minutos esta temporada. Asimismo, Vela supera al resto en disparos (132, contra 113 de Zlatan, quien se ubica en el segundo lugar), remates al arco (60 en contraste con los 44 de Ibrahimovic, dueño del segundo puesto); ocupa el tercer lugar en oportunidades creadas (82) y el segundo en asistencias (15).
Lo menos que necesita el LAFC en estos momentos es que Vela quede fuera de acción durante un periodo extenso, o incluso, que llegue a perder ritmo en las semanas que quedan de la temporada regular, incluso si los aficionados tengan que soportar los chistes de "no nos pueden ganar" por parte de los hinchas del LA Galaxy por un poco más de tiempo.
Vela no habló con los medios después del partido del domingo. Es probable que se sienta arrepentido por su explosión poco característica de su personalidad, capturada por las cámaras de televisión y que rápidamente se hizo viral en las redes sociales. Quedaría justificado si Bradley siente un poco de decepción por el comportamiento de su capitán; no obstante, podría haber una zona dentro de la mente del director técnico que haya asumido ese enfado como un recordatorio positivo de cuánto le importa a Vela ganar para su club.
En caso de que alguien necesite recordarlo, la reputación del mexicano de 30 años, al menos en los entornos distintos a la MLS, es que no se trata del deportista más apasionado que haya jugado al balompié. Vela se hizo célebre por sus declaraciones en las cuales indicó que no jugaría el Mundial 2014 ni en Playstation y que prefiere el baloncesto "mil veces" por encima de la disciplina que practica a nivel profesional. En ciertos círculos futbolísticos, existe el relato de que Vela se mudó a la MLS en la campaña inaugural del LAFC en 2018 en busca de dinero y una vida cómoda en Los Ángeles.
Sin embargo, al presenciar su pataleta al igual que el golazo y la alegre actuación en medio de la paliza propinada el pasado miércoles al San José Earthquakes, es inconcebible sugerir que el cancunense de 30 años no está comprometido ni siente el ímpetu necesario para tener éxito en su proyecto en la MLS.
Carlitos Vela golazo (via @mls) pic.twitter.com/1eKuiqyHFT
— Tom Marshall (@mexicoworldcup) August 22, 2019
"Salgo (a la cancha) y disfruto", confesó Vela el pasado miércoles. "También me siento contento en casa. Creo que eso es importante para un jugador. A final de cuentas, no olvidemos que somos personas que disfrutamos de nuestro trabajo, que gozamos de cada momento que vivimos".
Algunos se burlarán de estas palabras. Pero Vela no necesita que Zlatan le recuerde que la MLS no es la Liga española y que su exilio autoimpuesto de la selección mexicana, recientemente renovado, siempre caerá mal a algunos hinchas de El Tri, especialmente cuando está jugando tan bien.
En líneas generales, el LAFC permanece en buena posición después del empate y la condición física de Vela es parte fundamental para que así permanezca. Ya el cupo a los playoffs está asegurado, la química entre jugadores e hinchada es evidente a todos adentro y alrededor del Banc of California Stadium y existe una fuerte identidad de juego que Bradley ha logrado inculcar.
Es claro que ganar la MLS Cup es la meta, pero existe la sensación de que Bradley, Vela y compañía están ansiosos de enfrentar al Galaxy una vez más este año y así tener otra oportunidad de acabar su sequía en esta etapa inicial del clásico.
"Claro (que me gustaría jugar contra ellos)", expresa Bradley. "Es un partido importante, siempre que nos toca enfrentarles. Intentamos buscar el partido. Ellos respondieron. Los he visto jugar en muchos partidos y suben su nivel contra nosotros... el enfrentamiento es bueno, es bueno porque son dos equipos de Los Ángeles, dos hinchadas diferentes, honestamente, se trata de dos ideas diferentes".
"No tengo todas las respuestas, pero si los puedes ver y entender su planteamiento y cómo juegan, comparado con la forma cómo jugamos nosotros y el sentimiento de nuestros jugadores, allí hay dos identidades muy diferentes".
Con la forma en la cual Vela e Ibrahimovic parecen estar obsesionados en superarse el uno al otro en estos partidos y la intensidad de su rivalidad, no es probable que Bradley sea el único en mantener esperanzas de que el épico partido dominical no sea la última edición del denominado derbi de "El Tráfico" en 2019.