Julián Álvarez marcó el gol más rápido en la historia del Mundial de Clubes, al abrir la cuenta en la final para Manchester City, en lo que fue la victoria del conjunto inglés por 4-0 frente a Fluminense en Jeddah.
El delantero argentino se lanzó de palomita en el área chica para empujar con el pecho el rebote del remate desde afuera de Nathan Aké que había dado en el palo del equipo brasileño.
El tanto citizen llegó a los 40 segundos de juego, en el primer ataque de la definición entre el campeón de la UEFA y el de la CONMEBOL en Arabia Saudita.
Más tarde, a los 72 minutos le entregó la asistencia a Phil Foden para el tercero y cerró el marcador a los 88 con su doblete.
Además de haber marcado el récord por la rapidez del gol, Julián fue el primer jugador en anotar de pecho en una final de esta competencia, desde el de 2019 de Lionel Messi para Barcelona ante Estudiantes de La Plata.