El técnico mexicano aceptó el reto de implementar un estilo ofensivo y darle la vuelta a la reputación de técnico 'bombero', salvador de equipos en crisis
Javier Aguirre aceptó llegar como entrenador de la Selección de Egipto después de tomarse un año sabático en París. El Vasco iniciaba una de las tantas reinvenciones en su trayectoria como entrenador, cuando se convirtió en el primer mexicano en llegar a dirigir a África. Todavía enfrentaba el juicio por amaño de partido, cuando era técnico de Zaragoza, situación que él mismo confesó le cerró puertas: primero, lo destituyeron como seleccionador de Japón y se refugió los siguientes dos años en Emiratos Árabes Unidos.
"Cuando firmó con Egipto nos comentó lo que buscaba la federación: un entrenador con sus características, un entrenador ofensivo", recuerda José Ángel García Sanjuán, técnico español que acompañó a Javier Aguirre como segundo entrenador al frente de los Faraones.
El Vasco vivirá dos reencuentros en el Mundial de Clubes. Primero, regresará al sitio donde pasó la etapa de reivindicación como técnico, en Emiratos Árabes Unidos, cuando dirigió a Al-Whahda. También, enfrentará a Al Ahly, el equipo más importante de Egipto y del que conoce el estilo y potencial de sus jugadores.
Tito Sanjuán supo del Vasco desde su etapa como jugador en Osasuna y luego como entrenador del equipo Navarro, debido a que el técnico español nació en dicha región. Llegó como asistente de Aguirre porque José Ángel trabajó en el Toledo, entonces con gran influencia de jugadores y directivos mexicanos.
"El me llevó como segundo entrenador, como su mano derecha, de confianza. Apenas nos conocíamos, pero el fealing fue inmediato. Es una persona que deja mucho espacio para trabajar, no te coarta en absoluto, te deja hacer", recuerda el técnico español.
Aguirre llegó a El Cairo para sumergirse en el futbol de los Faraones. Los 11 meses que pasó al frente de la selección africana los vivió en la capital de Egipto, junto a sus tres escuderos: Tito García San Juan, Javier Gurri y Pol Llorente, ambos lo siguen ahora en su etapa al frente de Monterrey.
El entrenador asistente del Vasco recuerda que cada jornada se dividían los partidos de la liga egipcia, visitaban a los equipos y, cuando era necesario, viajaban para platicar con los futbolistas egipcios que jugaban en ligas extranjeras. Según la revista francesa Baobab News, Javier Aguirre fue el técnico mejor pagado del continente africano, con un contrato anual de 1.4 millones de dólares y el compromiso con la Asociación de Futbol de Egipcio era implementar un cambio en el estilo de juego de la selección, un proyecto a cuatro años para llegar al mundial de Catar 2022 con una plantilla renovada y un futbol ofensivo.
Apenas fueron 12 partidos al frente de Egipto, nueve de ellos de carácter oficial, donde El Vasco y su cuerpo técnico pudieron implementar el cambio. "Javier es un entrenador que se ha adaptado bastante, pero en Egipto sí fue algo más ofensivo de lo que había sido en anteriores etapas. Nosotros llegamos a jugar partidos, contra Níger, en El Cairo, con un 3-4-3, algo que Javier no había utilizado en etapas anteriores".
"Utilizamos mucho el 4-3-3, cambiamos mucho de sistema, porque en Egipto están acostumbrados a jugar 4-3-2-1, llevaban años y el 95% de los equipos de la liga egipcia juegan ese sistema, están muy anclados, y con Javier, la federación le pidió intentar jugar un futbol más ofensivo, y lo conseguimos sobre todo en la fase de clasificación a la Copa de África, donde marcamos 15 goles a favor y tres goles en contra", indica Tito García Sanjuán.
Pero el proyecto de Aguirre terminó cuando cayeron en cuartos de final de la Copa de África del 2019, en Egipto, ante Sudáfrica. El entrenador español reflexiona sobre el contexto del torneo, debido a que no pudieron seguir el plan de renovación en la plantilla, que en los meses previos habían comenzado con ocho jugadores a los que hicieron debutar con la selección absoluta.
La Copa de África se desarrollaría en Camerún, pero debido al retraso de obras, la sede se cambió a Egipto y, con ello, la obligación de ganar y hacer una modificación en la convocatoria para encarar el torneo.
Aunque fueron 12 partidos, Javier Aguirre ostenta en Egipto su mayor efectividad como entrenador en los últimos 20 años, con el 77.7% de productividad.