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Playera de Maradona subastada en millones de dólares, no tiene nada que ver con el América o Tepito

El romanticismo arma buenas historias, puede que sea innegable; pero la verdad, por muy aburrida que sea, sale a la luz tarde o temprano

La historia comienza con una pregunta: ¿La playera que utilizó Diego Armando Maradona contra Inglaterra en México 86 se compró en Tepito y se preparó en el Club América?

“Todas las historias tienen mitos, ese fue uno, sobre que se había hecho en Tepito y no sé qué más. No es verdad”, cuenta Alfredo Mier, hermano de Javier Mier, que tenía la licencia de Le Coq Sportif Futbol durante el Mundial de 1986 para México.

“Los que fuimos testigos, nos moríamos de la risa de esa historia y se quedó en el olvido. Ahora que se vende la playera no sé en cuántos millones de dólares se revive, pero es un mito. No es verdad”, asegura Alfredo Mier, en entrevista con ESPN Digital.

En el libro ‘El Partido’ del periodista Andrés Burgo, el utilero Rubén Moschella cuenta que recorrió las calles de la Ciudad de México para encontrar playeras de color azul, que satisficieran a Bilardo para el partido contra Inglaterra. Años después, Oscar Ruggeri, seleccionado de Argentina en 1986, aseguró que esas playeras se compraron en Tepito. Lo que en verdad sucedió: fue un pedido directamente a la marca Le Coq Sportif Futbol y se maquilaron en un taller de Coyoacán.

“Argentina traía muchísima ropa, se la fueron gastando, regalando, en entrenamientos. Se dan cuenta que el stock de playeras ya no alcanzaba para el juego contra Inglaterra. Hablan con Le Coq Sportif Francia y ellos hablan con Le Coq Sportif México, nos piden playeras para Argentina”, recuerda Alfredo Mier, mientras guía a este medio a una visita al taller en el que se hizo la playera de Maradona. “El partido era inmediato, había problemas para traerlas, aduana, impuestos, tiempos, era imposible, por eso se hacen aquí, en Coyoacán”.

La playera que utilizó Maradona contra Inglaterra en México 1986 y que se acaba de vender en casi nueve millones de dólares, se comenzó a confeccionar un miércoles por la tarde, “después de la junta con FIFA” y el jueves por la noche ya estaba lista “para presentarla a la reunión previa del partido con FIFA, no es posible eso que dicen que una noche antes la estaban todavía haciendo las costureras del América, no se los hubieran permitido”, recuerda Alfonso Silva, gerente de Le Coq Sportif en México, en 1986.

“El escudo era mandarlo a diseño y los números los hicimos con serigrafía, no hicimos el de los arqueros. Sólo hicimos las playeras de juego. Me solicitaron dos uniformes del mismo tono, numerados y con el escudo. Las hicimos, se las entregamos directamente a Argentina, es mentira que se las hayamos entregado a Martí, Tigre Deportes o algunas tiendas de las que vendían Le Coq Sportif en México, fue directamente al delegado de Argentina con nosotros. Jugaron con esas playeras. Todas se hicieron en un taller en Coyoacán”, describe Silva.

‘Hecho en México’

La playera de Diego Armando Maradona que fue subastada en 8 millones 929 mil 241 dólares, según el coleccionista argentino de playeras Hernán Giralt, trae entre sus distintivos una etiqueta que dice ‘Hecho en México’ y el escudo bordado, fue vendida a la Selección de Argentina en 160 pesos de esa época, que ahora “equivale a mil seiscientos pesos más o menos” y no era posible comprarla a una tienda ajena a Le Coq Sportif México porque, “Martí era la que más nos compraba y máximo compraba 18, nos las pidieron directamente a nosotros, ni en Tepito ni en ningún otro lado se podían conseguir”, reitera Alfonso Silva.

“Una prueba es la etiqueta ‘Hecho en México’ con el logo de Le Coq Sportif México que trae la playera. Esas etiquetas se mandaban a hacer a una empresa en Iztapalapa, que te pedía el certificado y acta de la marca, no era tan simple como hoy hacer una réplica. La mandabas hacer y te daban cientos de etiquetas, que se puede ver en la playera mexicana, que fue hecha aquí”, comenta Alfredo Mier.

“Quiero aclarar que no las regalé, se las vendí. En aquella época costaban 220 pesos una playera, como dos mil pesos. Se les rebajó el 30 por ciento de descuento, descuento que se les hace a cualquier proveedor. Fueron menos de 10 mil pesos de aquella época. No fue de utilidad enorme, utilidad fue cuando se vendieron al público. Se hizo famosa la playera Azul Rey y Martí, el Campeón de Deportes en Veracruz, el Tigre de deporte en México, todos querían las playeras de Argentina. Les dije que no tenía tela y se las vendí después, miles y miles, pero ya había terminado el Mundial”, recuerda Alfonso Silva.

Las mil playeras imposibles

La casa de subastas Sotheby 's utilizó una minuciosa revisión fotográfica para comprobar que la playera que se subastó en casi nueve millones de dólares era la original que se usó en el segundo tiempo. En ese estudio al artículo deportivo más caro de la historia, se puede ver que la indumentaria se hizo con una tela de franjas azules oscuras y brillantes, que ahora ESPN pudo saber que se llamaba “Tela Mundial” y era conseguida con un proveedor de Azcapotzalco, Ciudad de México.

“La tela en México se llamaba la ‘Tela Mundial’, así le pusieron, porque era una franja brillosa y otra opaca. Teníamos varios colores, la blanca, azul de Uruguay, la Azul Rey que fue de Argentina, una verde de México, eran los colores que teníamos”, explica Alfonso Silva.

Después del gol de Diego Armando Maradona con la ‘Mano de Dios’ y la jugada que provocó la expresión “Barrilete cósmico de qué planeta viniste”, los delegados de la Selección Albiceleste volvieron al taller en Coyoacán, que tenía ocho costureras y dos mesas para cortar. “Querían mil playeras en una semana, imposible”.

“En ese momento sólo teníamos dos rollos de tela azul y me alcanzó para fabricar 520 o 530, no pude fabricar más. Pedí al proveedor más tela, un señor que vivía en Azcapotzalco, un señor que era muy amigo mío y ahí tenía su tienda, me dijo que sí, pero que en tres semanas. No me servía, Argentina las quería para antes de irse”.

“No podía descuidar a mi cliente que era Deportes Martí, teníamos un acuerdo con Alejandro Martí. Entonces, para vender, les dimos 200 a Martí y 300 a Argentina, son las que alcanzamos a fabricar en una semana, prácticamente el taller se dedicó a fabricar el total de esas playeras”, recuerda Alfonso Silva.

Detallitos y las costureras del América

¿Por qué el número en gris brilloso y el cuello en ‘v’? Porque los números se imprimieron con serigrafía, “no fueron térmicos o cocidos” y al pasar la placa quedaban brillosos. Un detalle técnico.

“Esos números grises eran los que hacíamos nosotros en serigrafía, no eran los normales cocidos. Las playeras (los números) de un equipo son cocidos o sellados a termocalor, no estampado como lo hacemos en el llano. Se le pone la serigrafía, se levanta la placa y queda estampado, por eso se ve gris y brilloso”, detalla Alfonso Silva.

Sobre el tipo de cuello de la playera de Argentina contra Inglaterra en México 86: “Era el modelo que había, salió con cuello en V, era el modelo que se manejaba en México. No había posibilidad de hacer otro, no había tiempo”, cuenta Alfredo Mier. Otro detalle técnico.

En un video se ve a costureras del América trabajando con playeras de color azul y a Burruchaga diciendo que a un día de enfrentar a Inglaterra no tenían sus casacas, “por la premura puede que algunas playeras se hayan tenido que retocar en el escudo, lo veo muy difícil; lo que sí sé es que se hicieron otras que se les entregaron a los árbitros. De esas no sé cómo se hicieron, no tengo idea”.

Cuando la verdad se conoce, no es necesario aclarar

Las playeras de Argentina, previo al partido contra Inglaterra, se entregaron en una bolsa negra, con el logo de Le Coq Sportif, todas eran talla 42 a excepción de ocho que fueron talla 40.

“Se las entregué en una bolsa de plástico, tampoco de forma individual, cada una en una bolsita que decía Le Coq Sportif y su talla. Todas fueron 42, excepto ocho que fueron 40, me acuerdo perfecto”, recuerda Alfonso Silva.

La playera que utilizó Maradona en el partido contra Inglaterra en México 1986: “Es mentira que las fabricaron en el América o compraron en Tepito, que las estamparon ahí y eso del escudo”, subraya Alfonso Silva.

“No importa lo que digan la demás gente, no nos importó; por eso no decíamos nada”, revela Alfredo Mier, hermano de Javier Mier, entonces apoderado de la sublicencia de Le Coq Sportif Futbol.

“Esa es la verdad. Es la verdad histórica”, finaliza Silva.