Lo más sencillo para la Federación Ecuatoriana quizás sea borrar del mapa a Byron Castillo, tomando en cuenta que siempre existirá el riesgo de que surja nueva evidencia.
Aunque la FIFA falle a su favor en las próximas horas, la Selección Ecuatoriana de Futbol ya fue golpeada con el caso de Byron Castillo y su imagen y concentración seguirán estando comprometidas por varias semanas más, mientras la Federación Chilena no agote todos los recursos a su alcance, que incluyen recurrir al TAS.
En medio de todo está una persona a quien el mundo ya toma por mentirosa después de los audios revelados por el Daily Mail y cuyo castigo quizás sea el único que se produzca, tomando en cuenta que, tanto para la FIFA como para la Federación Ecuatoriana, lo más sencillo sería tirar al futbolista por la borda.
A nadie, salvo a los chilenos, les conviene que esta historia exista, porque si se comprueba que hubo trampa, más de uno tendrá que dar explicaciones sobre los protocolos de FIFA y CONMEBOL, con lo que lo más práctico es simular que se toma cartas en el asunto y sacrificar a un “colombiano” en pro de los intereses nacionales de Ecuador.
Es una pena, porque como él mismo lo dice en la filtración, no hizo esto solo, pero igualmente existe la posibilidad de que Byron Castillo sencillamente deje de ser tomado en cuenta por su Selección, como le está pasando en su club, el León, dado que todos se quieren alejar de un escándalo de dimensión mundial.
¿Qué hay entonces de la responsabilidad de la Federación Ecuatoriana? Pues mucho depende de lo que la parte chilena pueda probar ante el Comité de Apelaciones de la FIFA, o mejor dicho, qué tan sólida es su evidencia como para filtrar más a la prensa, porque, según declaraciones del vicepresidente de la FEF, Carlos Manzur, los audios en cuestión tienen años circulando en internet y, en su momento, no jugaron un papel importante en la decisión original.
En otras palabras, la Federación Chilena necesita probarle al mundo que su contraparte ecuatoriana fue cómplice de una forma tan contundente que no deje lugar a interpretaciones, porque sólo ante la presión de lo innegable, la FIFA y su multimillonario socio, el Estado Qatarí, se atreverán a mover la sagrada organización de su Mundial.
Por eso pienso que, con lo escuchado hasta ahora, lo más sencillo para la Federación Ecuatoriana quizás sea borrar del mapa a Byron Castillo, tomando en cuenta que siempre existirá el riesgo de que surja nueva evidencia y no quieres que esto te produzca más ruido en la recta final de tu preparación.
Creo que la Federación Chilena va a lograr que Byron Castillo no vaya al Mundial de una forma u otra, ya sea porque el caso de un giro de 180 grados y obliguen a la FIFA a sacar a Ecuador, o porque la propia Selección Ecuatoriana decida dejarlo fuera la convocatoria. Tristemente, no creo que se haga justicia para todos y hasta las últimas consecuencias, pero sí es probable que pague una sola persona.