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Higuaín y la Selección: un recorrido lleno de alegrías y de tristezas

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Las palabras de Gonzalo Higuaín sobre la Selección Argentina, tras anunciar su retiro (0:20)

El Pipita habló de su experiencia defendiendo la camiseta Albiceleste. (0:20)

Gonzalo Higuaín y la Selección argentina tuvieron una relación de muchos años. De amor incondicional de parte del futbolista, que tenía la chance de elegir los colores de Francia, ya que había nacido en ese país, cuando su padre jugaba en el Viejo Continente.

Pero el Pipita rechazó la propuesta de los franceses, y dio los primeros pasos con la albiceleste, en la Sub 23 que en ese momento estaba a cargo de Sergio Batista.

Con la Selección mayor disputó un total de 75 partidos, marcando 32 goles. Es el quinto máximo anotador de la Argentina, sólo por detrás de Lionel Messi (90), Gabriel Batistuta (54), Sergio Agüero (42) y Hernán Crespo (35).

Los números hablan por sí mismos. Además, disputó tres Copa del Mundo (Sudáfrica 2010, Brasil 2014 y Rusia 2018) y tres Copa América (2011, 2015 y 2016). Fue subcampeón del mundo en Brasil, y subcampeón de América en 2015 y 2016, tras las derrotas por penales ante Chile.

Con Diego Armando Maradona debutó y jugó el Mundial de 2010, donde tuvo una buena actuación, marcando tres goles ante Corea del Sur en la fase de grupos. Y también anotó en el 3 a 1 ante México por octavos de final.

En 2014 tuvo menos efectividad, no llegó de la mejor manera por lesiones, pero convirtió un tanto clave para que la Argentina se metiera en la semifinales de esa Copa del Mundo, al anotar el 1 a 0 final en el choque contra la dura Bélgica.

La Argentina contó con un goleador de lujo durante casi una década, de eso no hay dudas, pero pese a los partidos jugados y a los goles convertidos Higuaín, como muchos futbolistas de esa era, sufrió y quedó marcado por años de frustraciones, por las finales perdidas y por la falta de títulos.

La final de 2014 lo marcó para siempre. Estuvo a un paso de la gloria ante Alemania, y contó en ese partido con la chance que lo hubiera elevado a la altura de ídolo nacional. Pero no pudo concretar una de las ocasiones más claras de ese último partido, y el fútbol es cruel cuando el resultado no acompaña. Fue señalado y cuestionado, y sufrió el flagelo de las redes sociales, de los memes, de las burlas. El, claramente, habló de bullyng.

"El abuso en redes sociales nunca va a cambiar. Yo lo único que pido o que siento es que la gente tome conciencia antes de hacer un comentario o publicar algo, porque no saben el daño irreparable que generan en las personas. Hay mucha gente que no tiene la posibilidad de defenderse, de hablar. Yo lo he sufrido en primera persona, me ha dolido, pero tuve una familia atrás que me sacó adelante. Hay muchos que no pueden hacerlo", dijo en su despedida.

Y agregó: "Cinco segundos atrás de una computadora arruinan personas, porque los guapos anónimos van a existir toda la vida. El 90 por ciento de los niños sufren eso y no lo cuentan. Entonces creo que parte más de la educación de la casa, que otra cosa, porque si tu hijo hace eso, también puede sufrir eso. Las buenas noticias no venden, lo que vende es lastimar a la gente. Ojalá que cambien las cosas, pero lo dudo".

Luego de la final ante Alemania los memes y las cargadas por las situaciones erradas del Pipa ganaron las redes sociales. Y siguieron, con las finales ante Chile de 2015 y 2016. Sólo se trata de fútbol, es cierto, y todo parece exagerado, desmedido... Pero el fútbol es demasiado cruel en la derrota.

El Pipita, ante Alemania en la final de 2014, tuvo una de las chances más claras del partido a los 20 minutos de juego: un mal despeje hacia atrás de Hummels lo dejó solo para definir ante Neuer, pero su remate se fue muy desviado.

En esa misma final sufrió un duro golpe dentro del área del arquero Neuer que debió ser penal, pero que el árbitro no sancionó. Hoy, con VAR, tal vez la historia hubiera sido otra. También marcó un gol en el choque decisivo ante Alemania, bien anulado por una clara posición adelantada. La Argentina perdió esa final ante los teutones e Higuaín fue uno de los señalados.

Contra Chile en 2015 tuvo la chance de la revancha y de definir el partido en el último minuto de juego, pero tras un pase de Lavezzi, entrando por el segundo palo a centímetros de la línea de gol, la tiró afuera. Y en la final de 2016 también ante la Roja contó con otra chance clara tras un error de Medel, pero la definición no fue precisa ante la salida del arquero: el remate se perdió desviado por el segundo palo. De héroe a villano, así es el fútbol.

Pero claro, los que quieran ver el vaso medio vacío tendrán en estas jugadas argumentos para tomar. Los que quieran ver el vaso lleno se quedarán con los datos que son irrefutables: una carrera extraordinaria que lo posiciona como uno de los máximos goleadores de la Selección.

Su debut en la mayor se dio de la mano de Maradona, en el recordado partido ante Perú bajo la lluvia, cuando justamente anotó su primer gol. Fue el partido inolvidable en el que Palermo entró y marcó ese agónico triunfo que emocionó a todos los argentinos y que encaminó la clasificación a Sudáfrica.

El día de la despedida con la Albiceleste fue casi una década después en el Mundial de Rusia 2018, ante Nigeria, por el último partido de la fase de grupos. "Yo estoy tranquilo porque di mi vida y más por la Selección. Por cosas no se pudo dar, pero di la vida por mi país, como todos mis compañeros. Estoy orgulloso de lo que di por la Selección y no me arrepiento absolutamente de nada. Ahora quiero disfrutar de mi familia. Para alegría de muchos y de otros no tanto, mi ciclo ya está en la Selección", declaró tras el retiro de la celeste y blanca, en marzo de 2019.

Goles son amores dice un viejo refrán. Y el Pipita sabe mucho de eso: jugó 75 partidos con la celeste y blanca, y de los 32 goles anotados cinco fueron en Copas del Mundo, siete por Copa América, 11 por Eliminatorias y nueve en partidos amistosos.

Higuaín fue un goleador implacable que disfrutó mucho de sus conquistas, y también sufrió por algunas de las chances que tuvo y por esas cosas del fútbol, no pudo concretar.