Kylian Mbappé, la gran estrella de Francia, asumió el rol de líder del vigente campeón del mundo y logró un doblete ante Dinamarca que le permite asegurar el billete para los octavos de Qatar 2022 y alargar a seis la racha de victorias del once del gallo.
Mbappé, que lleva 14 goles en los últimos doce partidos con los 'bleus', terminó de paso con la mala racha de Francia ante el conjunto nórdico, al que no había podido superar en los últimos grandes torneos y contra el que había perdido el pasado septiembre los dos choques de la Liga de Naciones.
Francia igualó las seis victorias seguidas que logró España para hacerse con el título en Sudáfrica 2010. Llegó a Qatar con cuatro y le ha añadido las dos que lleva en el presente Mundial, ante Australia y Dinamarca.
Curiosamente, el último encuentro que no ha ganado Francia en la competición universal fue ante el cuadro danés. Empataron a cero en el coliseo moscovita que luego albergaría la final, a la que el once del gallo se presentó tras superar en las eliminatorias a Argentina, Uruguay y Bélgica. Croacia fue su víctima en la lucha por el título.
Los dos goles le permiten, además, al delantero del París Saint Germain superar en la lista de anotadores históricos de la selección francesa a dos mitos como Just Fontaine y Jean Pierre Papin. Ya acumula 31.
Demostró que, sin la presencia del madridista Karim Benzema, actual Balón de Oro, que se ha perdido el Mundial por una postrera lesión, es la gran figura dentro de un conjunto con grandes estrellas del panorama futbolístico internacional.
Pero no solo lo es por fama e imagen, sino también por rendimiento, más que notable, y capacidad para definir y decidir partidos como el de este sábado en Doha, que se le había enredado notablemente al conjunto de Didier Deschamps.
No fueron dos goles de bella factura ninguno de los. Es lo de menos en un momento y en una competición como esta, donde la clave es asegurar los puntos y ya poder preparar con calma y tiempo las eliminatorias.
En el primero hasta golpeó mal el pase de Theo Hernández, pero tuvo la fortuna de que el balón rozó en una pierna del barcelonista Andreas Christensen y despistó a Kasper Schmeichel; y el segundo fue de corazón al rematar como pudo, con un muslo, un envío desde la derecha del atlético Antoine Griezmann.