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Selección Mexicana: Apenas la punta del iceberg

Lo que sucede en Qatar refleja apenas la punta del iceberg de lo que vive el futbol mexicano

Los argumentos que he escuchado después de la derrota ante Argentina en el Mundial 2022 son los mismos de cada cuatro años, solo que esta vez llegaron antes de tiempo. Estos son algunos de ellos:

El sistema de competencia es un desastre, el número de extranjeros es excesivo, pocos mexicanos en Europa, poco trabajo en fuerzas básicas, el entrenador no fue el correcto, los directivos no hacen su chamba, etc. Es lo mismo de siempre, no hay cambios estructurales y el futbol mexicano sigue gravemente estancado.

Lo que se está viviendo en Qatar refleja apenas la punta del iceberg de lo que vive el futbol mexicano, a tres años y medio de ser coorganizador del Mundial de 2026.

México no ganó el derecho de ir ni al Mundial Juvenil ni a los Juegos Olímpicos de 2024 en futbol; la selección mayor no tendrá eliminatoria mundialista para mantenerse en competencia; no hay relevos generacionales en ese equipo, la que fue a Qatar 2022 presentó el promedio de edad más alto de la competencia; ahora que termine la lamentable gestión de Gerardo Martino, no sobran opciones para tomar su puesto.

A nivel de clubes es también desolador. La MLS ha superado en infraestructura y ahora también en lo deportivo a la Liga MX; el sistema de competencia del torneo local ha ampliado su red protectora de mediocridad con el pretexto de la pandemia, a grado tal de darle reintegro al 12o general para aprobar el semestre; esto sin contar con que hace años no hay descenso, medida que han adoptado con el pretexto de lo mal que está la liga de expansión.

Y para colmo, seguimos restando el número de jugadores mexicanos que juegan en alta competencia. Fuera de Hirving Lozano en el Napoli, y Edson Álvarez en el Ajax, me sobran dedos de la mano para enumerar otros casos.

El día de mañana se irá Martino con su numeroso cuerpo técnico, seguramente sin haber logrado los objetivos y sin dejar algo para el futuro. Solo tendremos el producto de la nula planeación que sigue reinando en nuestro fútbol.