Francia presentó de forma oficial este jueves un reclamo ante la FIFA por la anulación del gol de Antoine Griezmann que hubiera supuesto el empate a 1 con Túnez en el último partido de la fase de grupos del Mundial de Qatar.
La Federación Francesa de Fútbol (FFF) considera que ese tanto, anulado por el colegiado por fuera de juego tras haber consultado al VAR, debió ser validado.
El colegiado neozelandés Matthew Conger dio en un primer momento el gol por bueno, dejó que Túnez sacara de centro e, incluso, pitó el final del partido, momento en el que fue alertado por el VAR.
Tras visionar las imágenes, decidió anular el gol y retrasó el final del partido.
La FFF argumenta que, según el reglamento, no se puede recurrir al VAR una vez retomado el partido, es decir, tras el saque de centro de los tunecinos, que para unos casos específicos: "para efectuar un análisis en caso de identidad errónea o infracción susceptible de expulsión (violencia, escupir, mordedura, palabras o actos hirientes, groseros o injuriosos)".
Francia considera que no se había cumplido ninguno de esos aspectos, lo que no justificaba que el árbitro recurriera al vídeo tras haber dado por bueno el gol y haber permitido que Túnez sacara de centro.
La decisión arbitral, que supuso la primera derrota de Francia en un Mundial desde los cuartos de final de 2014 contra Alemania, no cambió nada a la clasificación, ya que Francia acabó primera de grupo y Túnez eliminada.
"Si lo han reclamado es porque tendrán sus argumentos, pero no tendrá ninguna influencia", dijo el atacante Kingsley Coman, mientras que su compañero Randal Kolo Muani aseguró que "supondría un gol más para la cuenta personal de Griezmann" y "un poco más de moral, porque un empate es mejor que una derrota".