Luis Enrique no se deja llevar por la presión que, se supone, precede a un partido de octavos de final de un Mundial y tal como agradece los elogios, no se corta al rechazar algunas críticas que considera "injustas porque son por lo mismo que nos elogian cuando ganamos... Y no me vale que se nos elogie por hacer las cosas de una forma que después se critica al perder".
Así de claro se expresó el seleccionador español en la previa del partido frente a Marruecos, un equipo al que puso en valor advirtiendo que "está haciendo historia en el Mundial. Es uno de los equipos más motivados, han hecho una fase de grupos espectacular, pasando como primeros, y están en un gran momento anímico".
"Para nosotros es una grandísima motivación pasar a cuartos de final pero, desde luego, no vamos a cambiar. El pac siempre es el mismo, se compra o no, pero no me vale cambiar el discurso a partir de un resultado o un momento determinado", resolvió Luis Enrique, defendiendo que su idea "se mantiene" y recordando que hasta ahora "de los 270 minutos jugados en los tres primeros partidos, unos 300 contando los descuentos, jugamos mal 10 o 15 contra Japón. Y volverá a pasar porque seguro que Marruecos nos superará en algún momento durante el partido".
"Reconocemos que en esos minutos Japón fue superior y lo asumimos, pero en el resto lo hicimos bien. Aquí nos fijamos siempre en la cosa negativa. ¿Alemania supo encajar golpes cuando le marcamos? España asume riesgos y claro que queremos mejorar esos aspectos cuando encajamos, pero que lo trabajemos no significa que a veces sea solución porque también juega el rival", avisó.
"A España le pongo un sobresaliente bajo o un notable alto. Excepto esos minutos contra Japón se ha hecho lo que queríamos" insistió el entrenador español, que repitió que su equipo "tiene que hacer lo que propone en cada partido. No vamos a cambiar de idea, aunque eso no quiere decir que tengamos que dominar siempre".
"Ahora el objetivo es pasar de fase", resumió, simple, rechazando que la poca experiencia de sus futbolistas pueda ser un problema. "Es un 'topicazo' eso de hablar de falta de oficio... Son las coletillas que no comparto, como perder cuando juegas tres días después del último partido por culpa del físico porque si ganas, entonces no se dice nada" sentenció.
"Aquí se mira todo o muy positivo o muy negativo... Lo que me preocupa cero es el resultado porque me centro en controlar lo que puedo controlar como entrenador" avisó, resolviendo que el fútbol "no siempre es justo, pero normalmente si haces más méritos que el rival llega el resultado".
"El objetivo desde el principio es jugar siete partidos. Si por lo que sea se pierde... pues se felicitará al contrario y no pasa nada. Nuestra idea es muy clara. Es la que nos ha llevado a estar donde estamos" repitió, dejando claro que su filosofía como entrenador desde su primera etapa en el Barcelona no ha variado demasiado. "La idea de juego es la misma. Dominar el juego, con otro perfil de jugadores, pero la idea inicial es la misma: jugar atractivo, que la gente se pueda divertir y buscar el resultado de forma que guste al espectador".
Por fin admitió que, recordando que su España fue eliminada en la Eurocopa del pasado año por Italia en semifinales en la tanda de penaltis que antes le había dado el paso en cuartos frente a Suiza, tiene "bastante asumido" que en este Mundial puede definirse cualquier eliminatoria desde este contexto.
"Los penaltis, las tandas de penaltis, cada vez son menos suerte. Es una tarea que hemos tenido muy en cuenta. Hace más de un año ya avisé a los jugadores que tenían que llegar al Mundial con mil penaltis lanzados cada uno. Alguna eliminatoria habrá que se decida así y para mi no es una lotería, la tienen que tener bien trabajada. Y es algo que se entrena" reconoció.