El 2022 significó el año en el que el Halcón Federico Valverde definitivamente levantó vuelo en el Real Madrid. El todoterreno uruguayo, que en temporadas anteriores había dado muestras de su despliegue físico, su capacidad técnica y su gran adaptación a diferentes puestos, pasó a desempeñar un rol determinante en el equipo de Carletto Ancelotti.
El entrenador italiano le dio al mediocampista mayor soltura a la hora de atacar y le exigió mayor incidencia en la terminación de las jugadas, algo que comenzó a transformar su juego y a convertirlo en un volante goleador.
En el primer semestre del año fue factor clave en la conquista de LaLiga y la UEFA Champions League, incluso aportando la asistencia del gol para el título europeo del conjunto merengue.
En el segundo semestre comenzó con la transformación ofensiva del juego del Halcón. En 26 partidos de lo que lleva la temporada entre Liga, Champions y Supercopa de España, Valverde acumula 8 goles y 4 asistencias, un número que marca a las claras la incidencia en el juego de ataque de uno de los futbolistas de mejor pegada de media distancia del fútbol actual.
Hasta noviembre, el 2022 de Federico había sido soñado, incluso con la Selección Uruguaya, con la que se convirtió en una pieza fundamental de la Celeste que obtuvo su cuarta clasificación a la Copa del Mundo de forma consecutiva. Pero, lamentablemente, Qatar 2022 no fue el esperado, ni para Uruguay ni para Valverde.
Atado, sin la claridad y el despliegue que lo caracteriza en el Real Madrid y con escasos aportes en materia ofensiva, el Halcón no pudo cumplir con las expectativas que el planeta fútbol había depositado en él para la máxima cita del deporte rey. Aquel bombazo en el travesaño que sacudió el arco de Corea del Sur en el debut fue, quizás, la mayor muestra de que Valverde estaba ahí, pero lamentablemente para Uruguay el todoterreno no pudo rendir según lo esperado.
Ese sinsabor del Mundial sin dudas marcó su cierre de año, pero no cambiará el hecho de que el 2022 fue el año del despegue del Halcón.