Tiene errores repetidos. Personalidad y golazos. Convive en esos extremos que exponen su falta de concentración en los primeros minutos y la decisión para remontar a veces con coraje o con madurez. Colombia reaccionó mas rápido en Osaka con orden, aplicación y poder en el área.
La lesión muscular de James Rodríguez movió el esquema del equipo. Jugó con dos delanteros Rafael Borré y Jhon Durán; Jorge Carrascal conduciendo y John Arias más como interior para aprovechar la salida de Déiver Machado por la izquierda.
Japón le hizo daño a los tres minutos por esa zona con un centro que cayó al segundo palo conectado de cabeza por Karou Mitoma. Tuvo juego colectivo para responder en esa desventaja. Fue compacto y le dio la pelota a Carrascal. El mediocampista tuvo compromiso para respaldar el sacrificio de Borré y darle sentido a la efectividad para recuperar y entregar del juvenil Kevin Castaño.
John Durán igualó a los 33 minutos con un zurdazo de primera tras la asistencia de Machado, profundo por su banda. El atacante de Aston Villa encontró espacios por la labor invisible de Rafa. El 1-1 le dio más el control del amistoso a la tricolor, más precisa en toda la cancha.
Estuvo confiable en defensa y potenció a Castaño de mediocentro. En ataque fue contundente, tuvo circulación de balón y la presión en bloque facilitó el golazo de Borré, premio a su entrega incondicional. Transformó una segunda jugada en el área en una chilena de colección para el 1-2 a los 61'.
Le dio manejo al marcador con líneas juntas y una atajada a la base del palo de Camilo Vargas con otro cabezazo del local, la jugada que más le duele.
Colombia cierra la gira en Asia invicta y nombres nuevos que respondieron a la exigencia de la camiseta. Volverá a jugar a mediados de junio en la segunda fecha FIFA del año, antes de disputar las Eliminatorias Sudamericanas al Mundial 2026 en septiembre.