Pasó un mes de la conquista de la Copa del Mundo Sub 20 por parte de Uruguay, y tanto Mateo Ponte como Ignacio Sosa, dos de los protagonistas de la Celeste Campeona, hablaron en Radio Sport 890 AM sobre el inolvidable logro en tierras argentinas.
Mateo Ponte, una de las figuras de Uruguay a lo largo del torneo, contó sus sensaciones de lo que se vivió aquel 11 de junio en el Estadio Único de La Plata.
"Era un partido más, pero que se vivía con otro condimento por la trascendencia que tenía. Jugar una final del Mundo tiene demasiada importancia y yo estaba muy nervioso porque me tocaba vivirlo de afuera. Trataba de aportar desde donde podía, ya sea arrimando un vaso de agua o para lo que sea. El gran grupo que se armó fue una característica muy importante que tuvimos. A Rodri Chagas le tocó entrar cuando yo me lesioné, y le di todo mi apoyo, porque el que iba a dar la cara por mí era él", contó el lateral.
Lesionado ante Estados Unidos, Ponte se perdió la semifinal y la final de la Copa del Mundo, pero la definiçión la vivió desde el banco de suplentes junto al resto del plantel, algo que en principio no estaba en los planes.
"Yo ya había hablado con el Pájaro Fernández (Médico de la delegación) y le había dicho que iba a estar en el banco. No podía vivirlo solo en la tribuna, él me dijo que tenía que hablarlo con el Chelo Broli, y me dijo que no le gustaba la idea, pero al ser un partido especial quiso que esté en el banco", contó.
Sobre la forma en la que Uruguay encaró el partido ante Italia y el dominio de la Celeste ante el conjunto europeo a lo largo de todo el partido, Ponte confirmó que el equipo se sintió ganador desde el momento en el que salieron a la cancha.
"Ese día ya desde el himno empezamos ganando. Se sentía mucho el apoyo de la gente, yo estaba tranquilo por lo que estaba mostrando el equipo en la cancha, por la cantidad de chances que estábamos generando, pero con algo de nervios porque no podíamos meterla. Defensivamente el equipo fue muy sólido y finalmente el gol llegó ya no puedo explicar lo que sentimos", aseguró.
Consultado por sus sensaciones al enterarse que él y varios de sus compañeros iban a ser convocados a la Selección Mayor de Uruguay, dirigida por Marcelo Bielsa, en pleno Mundial Sub 20, aseguró que los tomó por sorpresa y que tuvieron que trabajar extra para enfocarse en lo que estaban jugando en medio de esa gran noticia.
"En Santiago del Estero, después de un entrenamiento, estábamos descansando y Broli nos llamó para avisarnos que algunos de nosotros íbamos a estar en la convocatoria de la Selección Mayor. Nos agarró en un momento definitorio del Mundial, en el que necesitábamos concentrarnos, y hubo que focalizarse bien para no salir del foco. Cuando se confirmó la convocatorias nos abrazábamos, fue muy emocionante", contó Ponte.
El jugador de Danubio se desgarró ante Estados Unidos en los cuartos de final, pero siguió jugando varios mintuos lesionado porque a Uruguay no le quedaban modificaciones, y expresó que en ningún momento pensó en dejar al equipo con un jugador de menos.
"En el momento que sentí la lesión en el partido me di cuenta que estaba desgarrado y que se me terminaba el Mundial. Arriesgué a quedarme en el partido porque no quería dejar a mis compañeros con un jugador menos, y eso en el fútbol internacional no se perdona. Me metí para adentro sabiendo que estaba roto, pero tenía todavía algún pico de velocidad. Por eso después quedó la sensación de que capaz podía estar, pero al otro día cuando hicimos los estudios se confirmó la lesión, fue un golpe muy duro", finalizó.
Por su parte, Ignacio Sosa, mediocampista de Fénix, también habló sobre lo que sucedió en este mes en su vida tras la obtención del Mundial Sub 20.
"En este mes pasó un montón, muchas cosas buenas como volver al club, ganar el clásico en un momento medio malo, y la locura del día a día con el reconocimiento de la gente por la conquista del Mundial", expresó.
'Nacho' también se refirió a la forma en la que vivió el día de la gran final ante Italia, pero aseguró que la ansiedad no solo no le ganó, sino que trató de vivir el partido como un encuentro más, siendo consciente de la importancia del mismo.
"Fue un domingo normal, lo traté de tomar tranquilo. Hablé temprano con mi psicóloga y después fue transcurriendo el día, con el paso de las horas fue subiendo la ansiedad, tratando de mantener las mismas cosas que nos habían llevado hasta ahí. Obviamente se notaba que había un clima especial, había muchísima gente rodeándonos en todo momento, en el hotel, camino al estadio y también después en el partido", expresó.
Sosa se refirió a la forma en la que encararon el partido, y dijo que lo hicieron de la misma manera que en los juegos anteriores: "Yo siempre trato de mantener las cábalas, y más allá de las cábalas, de mantener las cosas que forman parte de la preparación para un partido. Si uno considera que es la mejor manera de hacerlo, no hay por que cambiarlas y así traté de encararlo".
Sobre las sensaciones durante la final ante Italia en el Estadio Único de La Plata, Nacho Sosa expresó que si bien tuvo ciertos nervios por la imposibilidad de marcar el gol, el gran rendimiento de Uruguay le brindó una gran confianza y tranquilidad a lo largo de todo el trámite.
"Personalmente no viví tanto nervio porque desde afuera se veía que estabamos bien, todas las divididas eran nuestras, desde adentro el equipo demostraba que Uruguay era superior. A mí siempre me dio la sensación de que el partido estaba controlado y lo que jugó el equipo fue una bárbaridad, fue una locura", expresó.
Finalmente, el todoterreno de Fénix habló sobre lo que significó la conquista del Mundial, y de la coronación para un grupo que había hecho méritos para alcanzar la gloria.
"Para nosotros era una revancha de lo que había pasado en el Sudamericano, y era lo último que ibamos a tener en nuestras carreras a nivel Sub 20, era ese momento y había que aprovecharlo", dijo Sosa.