Que te falta el aire, que la pelota no dobla, que es inhumano. A lo largo de la historia se han generado innumerables comentarios con referencia a jugar partidos en la altura.
Cada maestro tiene su librito. Esto indica que no todos los entrenadores actúan de la misma manera. Desde la determinación del viaje, la hora de desembarco en la ciudad donde se va a jugar el partido, hasta la postura en el campo de juego.
Marcelo Bielsa no es la excepción. Al mando de Argentina y Chile debió subir varias veces a la altura y cierta vez, luego de jugar en La Paz, dejó sus sensaciones: “A mí no me parece atinado estando en un país que nos recibe hacer una referencia a los efectos que produce haber venido a jugar aquí en relación al deterioro de las facultades futbolísticas y físicas. Si soy sincero, los jugadores no pudieron responder en todas las acciones y eso tiene una vinculación con las incomodidades físicas no habituales en futbolistas de elite”.
El técnico de Uruguay, Marcelo Bielsa, no es un improvisado en esto de jugar partidos en la altura de Quito. Por eso vale el repaso de cómo planificó el viaje y la forma en que paró a su oncena en la cancha.
BIELSA EN QUITO CON ARGENTINA
La primera vez que Marcelo Bielsa subió a la altura de Quito fue para jugar con Argentina en el marco del proceso eliminatorio para el Mundial de Japón y Corea 2002.
Para contrarrestar los efectos de los 2.850 metros sobre el nivel del mar de la capital ecuatoriana, Bielsa tomó recaudos y llegó a Quito el mismo día del partido.
A pesar de los riesgos que implica jugar en la altura, el Loco paró a su equipo con línea de tres en el fondo. El esquema empleado por Bielsa aquella tarde en el estadio Olímpico Atahualpa fue un 3-4-3 con Burgos en el arco; Vivas, Ayala y Samuel; Zanetti, Simeone, Verón y Sorín; Aimar, Crespo y Kily González.
Obviamente que el esquema le permitía sumar gente en el medio y en el fondo. Argentina ganó aquel partido 2 a 0.
Sebastián Contursi expresó en su comentario del partido en ESPN: “Argentina llegó a Quito con un objetivo muy claro: tener la pelota la mayor cantidad de tiempo posible. Y salvo algunos pasajes de apremio de los ecuatorianos, la estrategia fue cumplida a la perfección, con una gran inteligencia para saber jugar cuando el rival flaqueaba y para saber defender cuando los centros llovían de un lado para el otro”.
Y agregó: “Seguramente, Marcelo Bielsa no podría haber soñado un primer tiempo más redondo. Porque una vez superados los primeros diez minutos, en los cuales Ecuador presionó bien, hasta que Verón se paró en la mitad de la cancha y dijo: "Un momento, ¿qué altura ni altura? La pelota es mía”.
BIELSA EN QUITO CON CHILE
De cara al proceso clasificatorio de la Copa del Mundo 2010, Bielsa volvió a Quito, pero esta vez al mando de la selección de Chile. Fue el 12 de octubre de 2008, por la novena fecha de las Eliminatorias.
A diferencia de la estrategia empleada con Argentina, donde subió a la altura el mismo día del partido, Bielsa arribó a Quito con Chile una semana antes del juego ante Ecuador. La señal era clara: aclimatarse a la altura. Para ello, la Roja se concentró y entrenó todos los días en el estadio Rodrigo Paz Delgado.
El Loco paró a su equipo con el mismo sistema que utilizó en el debut de Uruguay en el actual proceso, es decir, con un 4-1-4-1. Aquel día Chile jugó con Bravo; Fuentes, Medel, Jara y Cereceda; Carmona; Alexis Sánchez, Arturo Vidal, Matías Fernández y Mark González; Suazo.
Pero todo lo programado se derrumbó cuando a los 19 minutos Chile quedó con un hombre menos por la expulsión de Fuentes. La baja del lateral determinó cambios. Bielsa puso al defensa Pablo Contreras en lugar del volante Matías Fernández.
Hasta el momento de la expulsión, Chile había llegado tres veces al arco ecuatoriano con remates de Humberto Suazo.
El resultado final fue adverso al equipo de Bielsa que terminó perdiendo 1 a 0 contra Ecuador en Quito.