El 2 de julio de 2019, la Selección Argentina le dio un hachazo a su historia. La derrota 2-0 contra Brasil en semifinales de la Copa América marcó un punto de quiebre. Después del tropiezo en Belo Horizonte, edificó la mejor racha de resultados de su gloriosa historia, aunque en realidad es más que eso. El seleccionado argentino actual ha marcado una época que se puede describir y elevar de diversas maneras. Una de ellas es desde lo numérico.
El próximo jueves contra Paraguay en el estadio Monumental, Argentina jugará su 49no partido desde la caída frente a Brasil. El martes 17 en Perú llegará al medio centenar. En ese camino de más de cuatro años, se mantuvo 36 encuentros invicto y solo perdió una vez, contra Arabia Saudita en el debut en el Mundial. Una derrota que en realidad se puede describir como "positiva", porque fue necesaria desde lo futbolístico y lo anímico rumbo a la conquista de la Copa del Mundo en Qatar.
En esos 48 partidos, Argentina ganó la Copa América contra Brasil en el Maracaná en 2021; la Finalissima en Wembley frente a una Italia que había ostentado el invicto más largo de la historia (37 partidos contra 36); y, lo más importante: el Mundial sobre Francia en la final más emotiva de todos los tiempos. Además, elevó la figura de Lionel Messi más que nunca y forjó una identidad de juego brillante. Es, como se dijo, una Selección de época.
¿Hay algún precedente de una racha similar? Sólo hay dos comparables en el fútbol moderno: la de Brasil entre 1993 y 1997 y la de España entre 2007 y 2010. Sin embargo, ninguno de los dos campeones llegó a los 50 partidos con solo una caída. Argentina puede alcanzar en esta fecha doble un logro sin precedentes.
Brasil perdió en 1993 un amistoso contra Alemania y recién volvió a caer 35 partidos después, contra México en la Copa Oro 1996 a la que fue como invitado. En el medio, se consagró campeón del mundo en Estados Unidos 1994, aunque también perdió una final de la Copa América por penales ante Uruguay en 1995. Tras ser derrotada frente al cuadro mexicano, hilvanó otros 12 encuentros sin derrotas, hasta protagonizar un batacazo frente a Noruega. Entre Alemania y Noruega, pasaron 48 partidos.
Después, el conjunto dirigido por Mario Lobo Zagallo ganó la Copa América de Bolivia 1997 y llegó a la final en Francia 1998. Es decir que aunque perdió un amistoso en el Maracaná contra Argentina en el camino, sostuvo su hegemonía. Y a pesar de que es cierto que aquel equipo estaba lejos de los lujos de otros tiempos e incluso tenía menos argumentos de juego que esta Argentina, dominó su época con autoridad.
La otra racha comparable con la actual es la de la España campeona de Europa 2008. Comenzó después de un 0-1 contra Rumania en 2006 y finalizó con una derrota que también se puede tildar como "positiva": frente a Suiza en el debut en el Mundial de Sudáfrica que la Roja ganó con total justicia. En el medio, perdió frente a Estados Unidos en la Copa Confederaciones 2009. También fueron 48 partidos entre Rumania y Suiza. También fue, destacado de forma unánime, el mejor seleccionado del planeta incluso después, ya que además de ganar la Copa del Mundo se quedó con otra Euro en 2012.
Es mucho más fácil destacar a los grandes equipos a la distancia. El tiempo pone en valor y permite dimensionar los logros, como un cuadro se aprecia mejor a la distancia. Sin embargo, cuando el éxito es tan rotundo e indiscutible, también es posible verlo mientras sucede, a pesar del calor de la actualidad. Esta Selección Argentina quedará en la historia como la mejor de su tiempo y como una de las más destacadas de siempre.