Una vez finalizados los homenajes por su despedida de la Selección Uruguaya, el salteño Luis Suárez dedicó sus últimas palabras al pueblo futbolero uruguayo, al que comenzó agradeciendo por su respaldo.
“No tengo palabras de agradecimiento a cada uno de los uruguayos que desde que comenzó mi carrera en la Selección me apoyaron, no solo a mí, sino a una generación que la pasamos muy difícil porque no se olviden que estuvimos a punto de quedar afuera del Mundial y no había era, no había maestro (Tabárez), no había nada”, expresó.
Suárez continuó diciendo: “Ese grupo me marcó mucho por ser un grupo sano, donde todos íbamos por el mismo camino. Me acuerdo de momentos cuando nos dijeron vende patrias, y la gente no sabe lo que luchamos por esta camiseta y lo difícil que es representar a un país, no es fácil asumir esa responsabilidad”.
El 9 siguió adelante ante la atenta mirada de los aficionados: “Pasé por momentos muy complicados en mi carrera, el más difícil fue la lesión de 2014 y si no fuera por el Negrito Walter (Walter Ferreira), que en paz descanse… (se emocionó) yo no hubiese llegado”.
Luego agradeció al técnico Oscar Tabárez por el trato humano que le brindó y destacó a algunos jugadores: “Como el Loco (Abreu) que me trató como un hijo futbolístico en mi inicio; al Pichichi goleador, Diego Forlán, él sabe lo que era para mí y que yo lo miraba; los dos grandes capitanes que tuve (Diego Lugano y Diego Godín) que fueron ejemplos de aprendizaje que intenté dejar a esta nueva generación. El Ruso (Pérez), qué voy a decir de ese compañero que hasta jugó con la cabeza rota; y luego toda la gente del Complejo Celeste, que no los ven en el día a día pero son tan importantes. El gordito Minguta que anda por ahí llorando, Aldo, María, que son los únicos sobrevivientes”, agregó.
Y concluyó diciendo: “Quiero agradecer el cariño y que tengan claro que Uruguay es más grande que cualquier entrenador o jugador y que, a partir de mañana, voy a ser un hincha más. Arriba Uruguay y siempre agradecido al pueblo uruguayo”.