El jugador del Mónaco está valorado en 82 millones de dólares y está en el radar de Arsenal, Liverpool, Man. United, Man. City, Tottenham, PSG y Real Madrid
El prospecto francés de 23 años del Mónaco, Maghnes Akliouche, ha estado agitando el mercado de transferencias europeo, atrayendo el interés de los principales clubes, pero finalmente quedándose en el equipo de la Ligue 1.
Convocado por Didier Deschamps por primera vez a la selección francesa, el centrocampista ofensivo se perfila como una posible nueva joya del fútbol mundial.
Francia vuelve a los terrenos de juego para las eliminatorias europeas del Mundial este martes (9) ante Islandia.
Akliouche, un verdugo del Barcelona en su debut en la UEFA Champions League, ganó la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de París 2024 con la selección local, dirigida por el legendario Thierry Henry. Titular durante gran parte de la campaña, entró como suplente en la final y marcó uno de los tres goles de Francia en la derrota por 5-3 ante España, la medallista de oro.
Con un perfil tímido fuera del campo, la estrella francesa de familia argelina prefiere hablar con el balón en los pies. Y tiene a Zidane, también de origen argelino, como un espejo. Los referentes del prospecto del Mónaco son los centrocampistas históricos.
"He visto muchos vídeos de Zidane, Iniesta y Özil. Regatear a un rival me da una enorme satisfacción, así que disfruto haciéndolo, pero también disfruto dando asistencias a mis compañeros", explica el jugador de 23 años.
Un objetivo para los gigantes de Europa
Arsenal, Liverpool, Manchester United, Manchester City, Tottenham, Paris Saint-Germain y Real Madrid fueron algunos de los clubes vinculados con el nombre de Akliouche recientemente.
Valorado en unos 70 millones de euros (82 millones de dólares), el centrocampista ofensivo francés tiene contrato con el Mónaco hasta 2028.
En su primera convocatoria a la selección absoluta de Francia, Akliouche ya hizo su debut, entrando en la victoria por 2-0 sobre Ucrania en lugar del centrocampista del Bayern Olise, quien anotó uno de los goles de Francia en su primer partido de clasificación.