WASHINGTON -- La pesadilla vivida en Cuba quedó atrás para la selección de fútbol de Estados Unidos y durante todo el fin de semana han trabajado en Washington de cara al segundo partido amistoso de la fecha FIFA que este martes va a disputar frente a Nueva Zelanda.
El seleccionador de Estados Unidos, el alemán Jurgen Klinsmann, tras admitir que la experiencia vivida el pasado viernes en Cuba, donde se enfrentaron al equipo nacional de la isla antillana y ganaron por 0-2, no fue la mejor para su equipo por el mal estado del terreno de juego y las altas temperaturas, confía en que frente a Nueva Zelanda todo será distinto.
"Nos vamos a enfrentar ya en nuestro ambiente, con un terreno de juego en excelente condiciones, el apoyo de la afición y un clima agradable para jugar al fútbol", declaró Klinsmann tras concluir la sesión de entrenamiento.
Klinsmann permitió que nueve jugadores que viajaron a Cuba y que militan en el fútbol europeo y de la Liga Profesional de Fútbol de Estados Unidos (MLS) regresaran con sus respectivos equipos, como fue el caso de John Brooks, Geoff Cameron, Timmy Chandler, Ethan Horvath, Fabian Johnson, Jordan Morris, Christian Pulisic, Chris Wondolowski y Bobby Wood.
"Estos partidos amistosos sirven para buscar la integración del grupo para cuando lleguen los duelos ante México, en Columbus (Ohio), y Costa Rica de cara al Hexagonal de la Concacaf", destacó Klinsmann. "Su presencia con la selección les permite demostrar esa capacidad de integración", añadió.
Además, Klinsmann reconoció que los jugadores con los equipos europeos podrían mantener el ritmo de competición y llegar en plenitud para el duelo ante México del próximo 11 de noviembre.
Mientras que los de la MLS, como los delanteros Jordan Morris y Chris Wondolowski, al que Klinsmann alabó por la gran entrega que aportó en el partido frente a Cuba, podrán ayudar a sus respectivos equipos los Sounders FC de Seattle y los Earthquakes de San José a luchar por estar en la fase final.
Klinsmann citó para ocupar las vacantes de los que dejaron la selección a los hispanos Kellyn Acosta, Juan Agudelo y Michael Orozo, junto con Matt Besler, Terrence Boyd, Bill Hamid y Tim Parker.
"No tengo ninguna duda de que vamos a formar un equipo competitivo ante Nueva Zelanda, un rival que hizo una gran labor frente a México y que nos va a servir de gran referencia", comentó Klinsmann.
"Pienso que nos favorece el jugar después que lo hizo México ante Nueva Zelanda porque conocemos mejor al equipo y también nos ayuda con lo que hicieron bien en el partido anterior".
Con las bajas y nuevas incorporaciones Klinsmann reconoció que todavía no tiene definido al equipo titular de mañana.
Por su parte, la selección de Nueva Zelanda, que perdió 2-1 ante México, tiene como objetivo elevar el nivel de juego con los profesionales que militan fuera de su fútbol nacional, y adquirir experiencia de cara a la fase de clasificación para el Mundial de Rusia 2018 que disputa en su región de Oceanía.
El duelo entre ambos equipos será el tercero en la historia. Estados Unidos ganó los dos anteriores por sendos 2-1.