Previo al arranque del partido amistoso entre la selección de Estados Unidos femenil e Irlanda, celebrando el cuarto campeonato del mundo para las americanas el pasado julio, la afición pudo tomarse fotografías en la estatua de la ex jugadora Brandi Chastain en el estadio Rose Bowl.
Una aficionada no dudó en recrear el momento, se quitó la playera revelando su top deportivo y posó para la fotografía imitando el festejo de Chastain que ha quedado inmortalizado en una estatua a las afueras del inmueble.
En 1999, la selección femenil de Estados Unidos ganó su segundo título del mundo, pero lo hizo en casa, en un abarrotado estadio Rose Bowl. La jugadora estadounidense, Brandi Chastain anotó el penal decisivo ante China, pero fue su festejo el que le dio la vuelta al mundo. Revolucionario para la época, Chastain se despojó de la playera para revelar su top deportivo.
La generación de futbolistas del 99, y dicha imagen de Chastain, significó una inspiración para muchas de las jugadoras que actualmente militan en la selección y que observaron el suceso cuando eran apenas unas niñas.
Es la primera vez que la actual generación juega en el Rose Bowl, pues desde hace 17 años no había un partido de selección de futbol femenil en este estadio.
El autobús que transportaba a la selección de Estados Unidos femenil previo al encuentro, se detuvo a las afueras del estadio, los elementos de seguridad crearon una valla, y las jugadoras bajaron una a una del autobús y caminaron rumbo al túnel provocando la emoción de los aficionados. “Tengo lágrimas en los ojos,” comentó una pequeña aficionada portando la playera de la selección por poder ver a sus ídolas, “estaban a diez pasos de mí”, repitió con emoción.