El 8 de junio de 1990, el estadio Giuseppe Meazza de Milán sería testigo de una de las grandes sorpresas de la historia de la Copa del Mundo. El campeón defensor, que contaba en sus filas nada más y nada menos que con Diego Armando Maradona, cayó ante Camerún, que ese día consiguió su primera victoria en mundiales.
Este partido inaugural fue extraño en todo sentido. En los primeros minutos, la Albiceleste se topó con un juego muy agresivo por parte del rival, que debió haberse quedado con un jugador menos a los 20 del primer tiempo, pero se encontró con un árbitro que permitió todo tipo de infracciones. El más significativo de estos ‘permisos’ fue el planchazo en el hombro de Ndip Akem a Pelusa en el comienzo del choque, que sólo se vio traducido en una amarilla.
El equipo de Carlos Salvador Bilardo recién encontró algo de peligro con Claudio Paul Caniggia en el complemento, pero a los 22 minutos de dicha mitad recibió un golpe inesperado. Oman Biyik (hermano de Kana Biyik, expulsado minutos antes) se elevó y cabeceó al centro del arco, pero Nery Pumpido tuvo una reacción débil y el balón ingresó al arco.
El tiempo restante fue más de lo mismo. Desorden de lado del campeón y juego brusco por parte del conjunto africano, que pese a recibir una segunda tarjeta roja se llevó un triunfo inesperado e inolvidable.
Argentina luego llegaría a la final en medio de duras críticas, un gran número de lesionados, abrazándose a los penales atajados por Sergio Goycochea y a lo que podían inventar Cani y Diego en el ataque.
Esta es, sin dudas, una de las caídas que más golpeó a la Albiceleste en su extenso camino por los mundiales, pero está acompañada en ese listado por momentos muy dolorosos para el recuerdo de los hinchas.
‘El desastre de Suecia’ fue el primer sacudón de tal magnitud y en este tipo de torneos. Argentina llegó al Mundial 58 como uno de los máximos candidatos y recibió una paliza pocas veces vista. El resultado ante los locales fue 6-1, la derrota más amplia en contra.
Caer ante la Naranja Mecánica del 74 no fue para nada sorpresivo, pero hacerlo por 4 a 0 fue un revés terrible para la Albiceleste, que había llegado a esa Copa del Mundo de Alemania en medio de un desorden institucional que se vio reflejado en el campo de juego. Los tantos de Holanda fueron convertidos por Johnny Rep, Ruud Krool y Johan Cruyff, en dos oportunidades. Cuatro años más tardes hubo ‘venganza’.
El equipo de Marcelo Bielsa arribó a Corea-Japón 2002 con un paso arrollador por las Eliminatorias Sudamericanas, que también continuó en los amistosos previos ante las grandes potencias europeas, por lo que su eliminación en primera ronda no puede faltar a la hora de hacer un repaso por las bofetadas más fuertes de Argentina en los mundiales.
Si bien el partido decisivo fue empate, el arrastre de la derrota ante Inglaterra hizo que el equipo integrado, entre otros, por Gabriel Batistuta, Ariel Ortega, Juan Sebastián Verón y Juan Pablo Sorín no pueda meterse ni entre los 16 mejores del campeonato. Suecia se puso en ventaja con un gol de Anders Svensson de tiro libre y el 1-1 de Hernán Crespo no sirvió para salvar a la Albiceleste de un fracaso histórico.
Tener a Diego Armando Maradona y a Lionel Andrés Messi hacía que, más allá del juego irregular que había mostrado en la previa, muchos se ilusionen a lo grande con lo que podía hacer el equipo en Sudáfrica 2010. Cuatro victorias en cuatro partidos, sumando fase de grupos y octavos, habían logrado materializar esa esperanza. Sin embargo, el contundente 0-4 ante Alemania en cuartos terminó con el sueño y tampoco puede estar ausente en este triste Top 5.
En las finales de 1930, 1990 y 2014 Argentina cayó y sin dudas que cada una de ellas produjo un dolor suficiente como para aparecer en este listado, pero las formas lejos están de parecerse a lo sucedido en los casos anteriormente mencionados.