<
>

Martín Lasarte, trotamundos, exitoso y un viejo conocido en Chile

Muy próximo a cumplir 60 años, Martín Lasarte es el nuevo entrenador de la selección de Chile en reemplazo del colombiano Reinaldo Rueda, que este año volvió a dirigir a la selección de su país.

Lasarte ha tenido experiencias trabajando fuera de su país desde su etapa como jugador, cuando luego de consagrarse campeón de la CONMEBOL Libertadores y la Copa Intercontinental con Nacional, pasó al Deportivo La Coruña español.

Sin embargo, fue como DT cuando Lasarte comenzó a demostrar una gran versatilidad para desempeñarse en destinos muy variopintos. Tras dirigir a Rampla, Rentistas (llevándolo por primera vez a disputar una copa internacional) y Bella Vista en Uruguay, pasó a entrenar a Al-Wasl de Emiratos Árabes Unidos, donde hizo una buena campaña sacándolo del fondo de la tabla en su primera experiencia en el exterior como entrenador. Luego llegó a River Plate, donde fue campeón de la Segunda División, y más adelante, en 2005, pasó a Nacional, el equipo de sus amores y donde había brillado como jugador. Allí levantó por primera vez el título de la Primera División uruguaya y a ese trofeo le siguió otro de forma consecutiva. Por esa época se dio el lujo de hacer debutar y disfrutar de los goles de un joven Luis Suárez.

“Hacía todo bien. No necesitaba que le fabricaran mucho. Bastaba con darle una pelota mas o menos ahí, se sacaba a un tipo de arriba o a dos e iba para adentro. Tuvo la mala fortuna en el inicio de su titularidad de no poder convertir algún gol bastante claro que le quedó en los primeros partidos. Pero ahí se veía su personalidad. Hubo mucho grito, mucha sensación negativa para con el producto de la casa. Sin embargo, estaba preparado hasta que metió el primero, y después otro y otro. Fuimos campeones y se fue. Así es el fútbol”, comentó Lasarte a ESPN Uruguay.

De allí, Lasarte pasó al fútbol colombiano donde dirigió a Millonarios en 2007, para retornar a Uruguay en 2008 al ponerse al frente de Danubio. En 2009 volvió a España pero esta vez como DT y entrenó a una Real Sociedad que vivía una profunda crisis económica e institucional y estaba en Segunda División. El uruguayo logró ser campeón de la categoría y conseguir el ascenso, así como asegurarse la permanencia en la temporada siguiente en La Liga. En Real Sociedad también contó con una futura estrella que daba sus primeros pasos: Antoine Griezmann.

En 2012, Lasarte dirigió por primera vez en tierras chilenas cuando se hizo cargo de Universidad Católica, donde fue subcampeón chileno y llegó a semifinales de la Copa Sudamericana pero no logró obtener títulos. En 2014 cruzó de vereda y pasó a Universidad de Chile y allí sí logró el título local con un rendimiento récord del 86% de los puntos en su primera temporada. En la segunda, no logró repetir el éxito en liga pero si levantó la Copa Chile y la Supercopa de Chile.

En 2016 volvió a Nacional para consagrarse nuevamente campeón uruguayo y además sumarle un título del Torneo Intermedio al año siguiente. Tras terminar su vínculo con el Tricolor, dirigió a Al-Ahly de Egipto, donde terminó con más de 70% de efectividad entre todos sus partidos y fue campeón de la Primera División de ese país.

El nombre de Lasarte ha sonado en la prensa como uno de los posibles futuros sustitutos de Óscar Washington Tabárez. Sin embargo, al ser consultado sobre si esta posibilidad le desvela, Lasarte fue contundente: “no, para nada. Es mucho el cariño y respeto el que tengo por Tabárez, un entrenador que cada vez que lo he requerido para alguna situación me ha abierto las puertas del complejo. Cuando fui a España, fui a hablar con él, tuve una charla preciosa. Fui a la casa de él también, me parece que en el período posterior a que él estuviera en el Milan. Fue una charla que iba a ser de una hora y estuve como 6 horas, ni el almuerzo lo dejé tener. Siempre ha sido muy generoso conmigo”, indicó en entrevista con Sportscenter Chile.

A pesar de esto, planteó que tampoco quería ser hipócrita y decir que no es un cargo que le gustaría ocupar, sino que no es algo que le desvela. “Está claro que a cualquier entrenador le gustaría representar a su país, así como a cualquier jugador. Claro que me encantaría, pero no me quita el sueño. Siento que todavía estoy en una etapa muy linda de mi vida como para que, si algún día ocurre eso en el futuro, sería fantástico”, añadió.