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Mascherano: "Mundial cada dos años es positivo; Wenger es un visionario"

Javier Mascherano, ex internacional argentino del FC Barcelona, explicó este jueves que apoya la idea de Arsène Wenger de organizar el Mundial cada dos años, en vez de jugarse cada cuatro como hasta ahora, y reconoció que "no sólo tiene sentido, sino que es una parte fundamental de un cambio más amplio y positivo del calendario internacional".

Cuestionado por Efe sobre sobre este asunto, Mascherano añadió: "La primera vez que lo escuché parecía extraño porque estamos acostumbrados a pensar sobre la Copa del Mundo cada cuatro años. Pero después lo pensé más, tuve la oportunidad de hablar con Arsène y otros colegas. Wenger es una auténtica personalidad del fútbol y ha sido un visionario de muchas formas durante muchos años. Lo sigue siendo y es increíble ver a una persona de su experiencia comprometida a mejorar el juego para las generaciones futuras. Todos estos temas se están revisando en un proceso de consultas con el fútbol y se mira su prioridad, no el dinero ni razones políticas".

Mascherano explicó además el contexto donde se mueven hoy en día los futbolistas, que afrontan calendarios duros e interminables. "Por ejemplo, hay una cosa que es obvia ahora con lo que está sucediendo con las próximas clasificatorias para el Mundial en Sudamérica. Debido al COVID19, algunos de los partidos se tuvieron que aplazar y ahora ha sido difícil encontrar fechas y los días para ubicar los partidos. Incluso sin esta situación, siempre hay tensión entre los equipos y las selecciones porque todos quieren tener a los jugadores más tiempo. Esto puede ser solucionado con menos ventanas internacionales, pero también con una más larga en la que los equipos puedan jugar las clasificatorias".

El ex jugador del Liverpool y del FC Barcelona, entre otros clubes, conoce de primera mano el desgaste que conlleva los viajes desde Europa hacia su país para jugar con Argentina. Y apela a este nuevo rumbo para buscar ventajas que ayuden a cuidar la salud del futbolista.

"De partida, una muy importante, que es viajar menos y tener menos vuelos. La mayoría de los jugadores de selecciones en Sudamérica juegan en Europa y es agotador tener que viajar desde allá siempre, y después tener largos viajes dentro ya de Sudamérica, para jugar uno o dos partidos y después volar de vuelta para jugar el fin de semana con tu club. Si los jugadores pudieran viajar sólo una vez en el año entre continentes, sería espectacular.

Así los jugadores se podrían concentrar en sus clubes por muchos meses seguidos sin interrupción, y no tendríamos este constante parón con viajes larguísimos en septiembre, octubre, noviembre, marzo y junio. Creo que tanto los clubes como las selecciones estarían contentos que fuera así. También va a ser más claro para los hinchas, que van a saber cuándo es el tiempo de los clubes y cuándo el de las selecciones. En verdad, es mucho más ordenado para todos, los jugadores mantendrían la concentración y el foco en la competencia que están jugando para ese período específico, sin las interrupciones que hay ahora".

Preguntado por la acumulación de partidos, incluidos los amistosos, Mascherano entiende que con esta nueva hoja de ruta que propugna Wenger y la FIFA, "la gracia de reorganizar el calendario y las clasificatorias, agrupando las ventanas, es que podemos tener menos partidos y también se puede pensar en reducir el número de amistosos que se juegan, enfocándose en partidos por los puntos. De hecho, este es otro aspecto que se está discutiendo, que es tener un descanso obligatorio para los jugadores, que es algo que no existe ahora y que FIFA está viendo. Este acuerdo entre todos corre hasta el 2024, pero desde ahí no hay nada acordado sobre el calendario internacional y creo que deberíamos tomar esta oportunidad para mejorar lo que tenemos".

Javier Mascherano argumenta que con este escenario encajaría mejor el Mundial cada dos años al existir un amplio período de "inactividad" para los cuerpos técnicos. "Siempre hay cosas para hacer que son importantes, los partidos no son todo. Pero esta es una de las razones por las que este formato funcionaría, porque abre la posibilidad de tener un segundo período en el año, al final de la temporada, en el que las selecciones jugarían durante un buen tiempo. Y recordemos que cada dos años habría un Mundial, entonces siempre habría muchas cosas para hacer y torneos grandes para prepararse".

El ex capitán de la selección argentina defiende con determinación el Mundial cada dos años. La juventud y sus cambios de hábitos y su modo de consumir fútbol hay que tenerlos en cuenta.

"El mundo ha cambiado mucho y se mueve muy rápido. Lo que eran ciclos normales antes, ya no lo son ahora. Creo que es demasiado tiempo para todos tener que esperar cuatro años para ver el evento más hermoso en el mundo. Los jóvenes ahora tienen tantas otras formas de entretenimiento, que hay que capturar su atención. Claro que el fútbol es fuerte e interesante, pero creo que no podemos dar por sentado que siempre va a ser así si seguimos usando las mismas fórmulas que hemos usado durante los últimos 100 años. Imagínate que el Mundial se ha hecho cada cuatro años porque es algo que se estableció hace casi 100 años y muchas cosas han cambiado en el fútbol desde que se jugó el primer Mundial, y nos tenemos que adaptar a ese cambio en los tiempos", subrayó.

"Esto me lleva a otro punto, que es que los clubes más grandes del mundo son realmente selecciones internacionales y sólo unos pocos tienen la capacidad de tener a los mejores jugadores. Antes, los clubes locales representaban a sus países de alguna forma, porque la mayoría eran jugadores del país. Ahora, especialmente en Europa, no es el caso, entonces es en las competiciones de selecciones donde podemos encontrar el fútbol más puro, el fútbol donde ningún equipo puede comprar jugadores de otros, donde jugamos por nuestras familias, amigos, honor y país, y donde no hay grandes contratos, sueldos o transacciones involucradas. La verdad es que jugar por la selección es jugar por nuestro país por la pasión y el amor que le tenemos, y no hay más grande orgullo para un jugador que eso. Lo vimos ahora recién con la Copa América, la Copa de Oro y la Eurocopa, donde los países se paran para apoyar a sus selecciones", añade el ex futbolista.

Interrogado por si los Mundiales cada dos años no devalúan el producto y podrían perder atracción por rutinario, Mascherano argumenta: "Entiendo que haya personas que pueden pensar de esa forma, pero creo que ésto se debe porque siempre ha sido así, un pensamiento un poco conservador que creo que es normal. Pero estoy convencido que cuando se cambie, muchas personas van a estar tan convencidas que se van a preguntar por qué no había sido siempre así. Si lo vemos fríamente, tenemos torneos anuales fantásticos como la Champions League y la Libertadores que no pierden prestigio porque se juegan todos los años".

"También teníamos un torneo de selecciones cada cuatro años, que era la Copa Confederaciones, que realmente no tenía mucha importancia y poca gente en el mundo miraba. Esto quiere decir que el prestigio de una competición no está relacionado con su frecuencia, sino con quién la está disputando. Un Mundial siempre va a ser un Mundial, el torneo más importante y único del mundo. Además, hay otro aspecto positivo, que vamos a tener el doble de posibilidades de ser campeones del mundo. Lo digo un poco en broma, pero la realidad es que para países donde el fútbol no está tan desarrollado, el clasificar a un Mundial lo es todo y ahora tendrían más oportunidades de participar. Para los países más competitivos, las posibilidades de ganar también aumentan, lo que genera un círculo virtuoso", señala Mascherano.

"Desde la perspectiva del jugador, nadie se puede imaginar la presión que uno tiene cuando sabemos que un solo error puede arriesgar la única chance en la vida de llegar a un Mundial o de obtener algo importante en un Mundial. Y es demasiado cruel tener que esperar otros cuatro años para tener una nueva oportunidad", apostilla el ex jugador argentino de River Plate y Estudiantes de la Plata.