Futbolistas y entrenadores siguen expresando su preocupación ante la sobrecarga en el calendario y el aumento de torneos.
La frustración de los jugadores por jugar demasiados partidos y no descansar lo suficiente es cada vez mayor en el fútbol, pero ¿hasta qué punto está el deporte cerca de una huelga de jugadores?
La cuestión del agotamiento siempre ha sido un tema importante en el fútbol, pero la expansión de las competiciones de clubes de la UEFA y la flamante Copa Mundial de Clubes de la FIFA han puesto el asunto como el tema principal de la agenda.
En agosto, ESPN informó que esta temporada será la campaña de clubes más larga de la historia, ya que la Copa Mundial de Clubes se disputará durante cuatro semanas en Estados Unidos, en junio y julio. Jugadores de primer nivel como Erling Haaland, Kylian Mbappé y Jude Bellingham ya habían expresado su preocupación por la cada vez más apretada agenda de partidos.
Esta semana, Rodri, mediocampista de Manchester City, se convirtió en el primer jugador de renombre en advertir que los futbolistas están dispuestos a ir a la huelga. El arquero de Real Madrid, Thibaut Courtois, se unió a Rodri al hablar de la posibilidad de que los jugadores emprendan acciones sin precedentes. El portero del Liverpool, Alisson Becker; el defensa de Barcelona, Jules Koundé; y el mediocampista de Aston Villa, John McGinn, no tardaron en seguirlos.
Entrenadores como Pep Guardiola, Mikel Arteta y Jürgen Klopp también dieron la voz de alarma sobre el agotamiento. Y el viernes, el entrenador de Real Madrid, Carlo Ancelotti, dijo que cree que los jugadores estarían dispuestos a aceptar un recorte salarial si eso significara jugar menos partidos.
Mientras que las acciones de protesta han impactado en los deportes estadounidenses con el paso de los años y el béisbol, el básquetbol y el fútbol americano han sufrido huelgas o cierres patronales, el fútbol hasta ahora pudo evitar un escenario así de drástico.
¿Por qué los futbolistas de élite ahora hablan de huelga y qué probabilidades hay de que eso realmente suceda?
¿Qué hay detrás de la amenaza de huelga?
La carga de trabajo de los jugadores es un problema de larga data, ya que los grandes clubes suelen disputar los torneos hasta las fases finales y luego emprenden giras de pretemporada en Estados Unidos o Asia. Estos viajes pueden durar dos o tres semanas e incluir varios partidos.
Los mejores jugadores también tienen que tener en cuenta los partidos internacionales y los viajes que eso supone durante una temporada, además de los torneos importantes que se disputan cada dos años. Es muy fácil jugar más de 60 partidos.
A pesar de la creciente tensión, el fútbol ha sabido gestionar la situación. Los jugadores han podido tener al menos el nivel de descanso sugerido -- normalmente de tres a cuatro semanas -- entre temporadas, mientras que cada dos años habría un espacio en blanco en el calendario internacional para una recuperación prolongada.
Pero la Copa Mundial de Clubes, una competición de clubes de 32 equipos de un mes de duración en uno de esos veranos de descanso, podría ser la gota que colme el vaso.
La FIFA insiste en que la Copa Mundial de Clubes sólo ocupa un hueco en el calendario que antes ocupaba la Copa Confederaciones -- un torneo internacional cuatrienal organizado por los próximos anfitriones de la Copa Mundial a modo de prueba. Se trata de una denominación errónea, ya que en la Copa Confederaciones sólo participaron ocho naciones, duró dos semanas y no contó ni cerca con la misma cantidad de jugadores que habían participado en la agotadora temporada europea de clubes.
La Copa Mundial de Clubes, por su parte, es una competición de 63 partidos y el duelo inaugural está programado para el 15 de junio, sólo 15 días después de la final de la Champions League 2025. En el medio, hay partidos cruciales de clasificación para el Mundial y la fase final de la UEFA Nations League, que se disputará del 4 al 10 de junio.
Esto se suma a los dos partidos extra de la fase de liga ampliada de la Champions League esta temporada.
¿Qué medidas están tomando los sindicatos de jugadores?
FIRPRO, el organismo mundial que representa a más de 65.000 futbolistas de todo el mundo, y los sindicatos de jugadores de Inglaterra, Francia e Italia, presentaron en junio una demanda legal contra la FIFA. Su objetivo era cuestionar la legalidad de que la FIFA estableciera unilateralmente el calendario internacional de partidos y su decisión de ampliar la Copa Mundial de Clubes.
FIFPRO afirmó en su demanda que “los jugadores y sus sindicatos han señalado constantemente que el calendario futbolístico actual está sobrecargado y es inviable”, y añadió que “los jugadores y los sindicatos consideran que la nueva Copa Mundial de Clubes de la FIFA representa un punto de inflexión”.
Además, FIFPRO afirmó que “los sindicatos de jugadores creen que estas decisiones de la FIFA infringen la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea (CDFUE), sin ninguna justificación seria. En última instancia, los sindicatos de jugadores creen que el objetivo de esta nueva competición es aumentar la riqueza y el poder del organismo rector mundial del fútbol, sin tener debidamente en cuenta el impacto sobre los jugadores implicados o sobre otras partes interesadas dentro del fútbol profesional”.
#FIFPRO's latest workload report reveals the troubling impact of expanding competitions on men's footballers.
— FIFPRO (@FIFPRO) September 5, 2024
⚠️ 54% of players face heavy workloads
📅 31% played 55+ games last season
🛌 <1 full day off per week for some
🚨 80+ games projected by 2025
📊 @Football_BM
Las Ligas Europeas, que representan a 39 ligas profesionales de 33 países de Europa, se unieron a la acción legal de FIFPRO en julio, pero la FIFA respondió con acusaciones de “hipocresía”.
En un comunicado, la FIFA afirmó: “Algunas ligas en Europa -- ellas mismas organizadoras y reguladoras de competiciones -- están actuando con interés comercial propio, hipocresía y sin consideración hacia todos los demás en el mundo. Al parecer, esas ligas prefieren un calendario repleto de amistosos y giras de verano, que a menudo implican extensos viajes por todo el mundo. Por el contrario, la FIFA debe proteger los intereses generales del fútbol mundial, incluida la protección de los jugadores, en todas partes y en todos los niveles del juego”.
¿Qué quieren los jugadores?
Maheta Molango, Director General de la Asociación de Futbolistas Profesionales de Inglaterra (PFA), declaró a ESPN en agosto que no descartaría “en absoluto” una huelga de los jugadores si no se abordaban sus preocupaciones. Molango reiteró a ESPN esta semana que la FIFA debe “sentarse y tomar nota”.
Obviamente, el fútbol se paralizaría sin futbolistas, por lo que los jugadores se encuentran en una posición poderosa para impulsar el cambio -- si es que se animan a forzarlo.
FIFPRO y los sindicatos de jugadores quieren que se limite el número de partidos que los futbolistas pueden jugar en una temporada. Molango sugirió a ESPN una cifra entre 50-60, además de una restricción de no más de seis ocasiones en las que un jugador pueda disputar dos partidos en cuatro días. Los sindicatos también quieren que el descanso de verano de tres a cuatro semanas sea obligatorio, en lugar de recomendatorio.
“Los jugadores hablan de esto en todas partes: en las conferencias de prensa antes de la Champions League, antes de la Nations League. Está claro que algo ha cambiado”, declaró Alexander Bielefeld, Director de Política Global y Relaciones Estratégicas para el Fútbol Masculino de FIFPRO, en un comité celebrado esta semana en la Cumbre Mundial del Fútbol.
At the @WFSummit Europe 2024, the pressing issue of player workload and calendar congestion took centre stage. #WFSEurope
— FIFPRO (@FIFPRO) September 19, 2024
“Los sindicatos de jugadores llevan más de cinco años trabajando en este asunto. Hemos planteado y comunicado a la FIFA las preocupaciones de los jugadores al respecto. Cuando los sindicatos de países como Inglaterra, Francia, Italia y otros mercados visitan a los jugadores cada pretemporada y hablan con los jugadores de las selecciones nacionales, la preocupación número 1 es la carga de trabajo.
“Los jugadores necesitan períodos de descanso garantizados y un límite de partidos para poder rendir al máximo y proteger sus carreras. Es tan sencillo como eso”.
Los propietarios de los clubes, que se benefician del aumento económico que supone jugar más partidos en torneos de alto nivel, han guardado silencio hasta ahora sobre las preocupaciones de los jugadores.
¿Es realmente factible una huelga?
La realidad es la siguiente: Hay muchas hipótesis, pero en este momento, una huelga no está en la agenda y sería difícil que los jugadores pasaran esa línea.
Algunas fuentes han declarado a ESPN que, en estos momentos, la FIFPRO y los sindicatos de jugadores siguen centrados en la acción legal contra la FIFA, por lo que sus energías están puestas en eso. Si esa acción prospera -- no hay un calendario firme para su resolución -- es poco probable que se produzca una huelga de jugadores, ya que la FIFA se vería obligada a aplazar, modificar o reprogramar la Copa Mundial de Clubes.
Incluso si la PFA convocara una votación entre sus 5.000 miembros, no sería fácil convencer de ir a una huelga a los jugadores que no pertenecen a los grandes clubes y que no se ven directamente afectados.
Los sindicatos de jugadores representan a futbolistas de todos los niveles del juego, por lo cual ¿podrían estar seguros de contar con una mayoría a favor? Convencer a una masa crítica para que se solidarice con los jugadores mejor pagados llevaría tiempo y mucha persuasión, de ahí que se haya dado prioridad al caso legal contra la FIFA.
Por ejemplo, ¿un jugador de un plantel de la EFL League Two en Accrington Stanley o Newport County que gane unas 500 libras a la semana, con una hipoteca que pagar y una familia que mantener, estaría dispuesto a renunciar a sus servicios, y a perder su sueldo, para apoyar a los multimillonarios del máximo nivel en su batalla contra el exceso de partidos?
¿Cómo seguirá todo esto?
Esa es la gran pregunta, pero mucho dependerá del caso de FIFPRO contra la FIFA. Es el siguiente paso importante.
Los jugadores y los entrenadores seguirán expresando sus preocupaciones, pero a menos que sus jefes, los propietarios de los clubes, acepten sus argumentos y unan sus fuerzas para decirle a la FIFA que el fútbol está sobrecargado, es probable que nada cambie a corto plazo.
Una huelga de jugadores es una perspectiva lejana en estos momentos, pero cada nueva declaración de los principales jugadores servirá para mantener el tema en el dominio público. La realidad, sin embargo, es que se decidirá a puertas cerradas. Si el caso judicial se resuelve a favor de la FIFA, la huelga de jugadores podría convertirse en una posibilidad mucho mayor.