<
>

De la ilusión a la desilusión: el 2023 de Alianza Lima

Alianza Lima no logró el tricampeonato nacional ni pudo avanzar de ronda en la CONMEBOL Libertadores. Getty

Tras lograr el bicampeonato en 2022, Alianza Lima se propuso en 2023 conseguir el tricampeonato que tanto se le ha hecho esquivo en la era profesional y romper una racha de 29 partidos sin ganar en la CONMEBOL Libertadores.

Para ello, la dirigencia victoriana realizó una gran inversión para repatriar a Christian Cueva, Carlos Zambrano y Gabriel Costa, además de reforzarse con extranjeros de la talla de Santiago García, Andrés Andrade y Pablo Sabbag, y jugadores que venían destacando a nivel local como Bryan Reyna y Jesús Castillo.

Tal cual en 2022, el Alianza Lima de Guillermo Salas arrasó a nivel local: ganando todo en Matute y sufriendo un par de derrotas fuera de casa. Así, se llevó el Apertura con siete puntos de ventaja sobre el segundo Sporting Cristal.

En la Libertadores, el conjunto victoriano arrancó con un empate sin goles ante el subcampeón Athletico Paranaense y contra todo pronóstico, le ganó 2-1 al Libertad en Paraguay y acabó con una racha de 30 partidos sin poder ganar en el torneo continental.

Sin embargo, la ilusión se fue esfumando con el correr de los partidos. Alianza cayó 2-0 ante Atlético Mineiro en Brasil y posteriormente no pudo sacar provecho a su condición de local al caer por 2-1 ante Libertad y 1-0 ante el Galo. En la fecha final de la fase de grupos, Paranaense lo goleó por 3-0 y lo dejó sin posibilidad de clasificar a la CONMEBOL Sudamericana como tercero del grupo.

Las derrotas en la Libertadores fueron poco a poco golpeando la imagen de Salas, cuyo mal arranque de Clausura (apenas dos triunfos en cinco partidos y con un pobre nivel de juego) provocó su salida del cargo de entrenador.

La directiva de Alianza apostó por un viejo conocido de la casa como Mauricio Larriera, exasistente de Gerardo Pelusso en el 2007 y que venía precedido por una gran etapa en Peñarol de Uruguay.

Si bien el Alianza de Larriera no brillaba, nunca perdió en el Clausura, pero no le alcanzó para ganar el torneo y el título nacional debió definirlo ante Universitario, el clásico rival que se quedó con el título del Clausura.

En las finales ante la U, Alianza Lima ofreció una imagen todavía más deslucida, pero salió vivo del Monumental gracias a un agónico gol de Gabriel Costa. El 3-5-2 utilizado en los últimos minutos de la primera final le hicieron creer al DT uruguayo que podía ser la fórmula para imponerse a Universitario en Matute, pero la apuesta acabó siendo un desastre. El equipo de Jorge Fossati se adelantó rápido con un gol de Edison Flores, a Alianza le costó acomodarse ante tantas variantes y cambios de sistema y el conjunto estudiantil acabó sentenciado la final con un gol agónico de Horacio Calcaterra.

Alianza Lima nuevamente se quedó sin su ansiado tricampeonato en la era profesional y todavía con una nueva derrota en una definición ante Universitario, que lleva ganadas las últimas cuatro finales nacionales ante su clásico rival.

Mención aparte merece la mala comunicación por parte de Alianza Lima sobre las lesiones de sus jugadores -el equipo victoriano fue un hospital a lo largo del año-, un escándalo que acabó con la salida de su departamento médico y el enojo de sus hinchas, que se enteraron mucho tiempo después que Cueva arrastraba una lesión ligamentaria desde hace meses.