Alianza Lima disputó en la temporada 2020 un total de 28 partidos teniendo un saldo de seis victorias, ocho empates y 14 derrotas. Sin duda, números que describen la pésima campaña del cuadro blanquiazul que originó la pérdida de la categoría. En un año malo en lo futbolístico e institucional, el cuadro de La Victoria atravesó momentos que terminaron de sentenciar su destino.
Los actos de indisciplina
Las contrataciones de Carlos Ascues, Jean Deza y Alexi Gómez generaron ilusión, pero a la vez preocupación en el hincha de Alianza Lima. Los futbolistas llegaban con el antecedente de cometer actos de indisciplina. Por supuesto, los acontecimientos no necesariamente futbolísticos se empezaron a dar y las medidas tomadas por la dirigencia no fueron las adecuadas.
El primer acto de indisciplina la dirigencia de Alianza Lima no la cortó de raíz. Es decir, dejaron pasar por alto sucesos que luego se volvieron repetitivos. En plena pretemporada, Jean Deza y Carlos Ascues se vieron involucrados en programas de espectáculo dejando mal el nombre de Alianza Lima. La directiva optó por una sanción leve y los futbolistas siguieron jugando y entrenando con normalidad.
El segundo acto de indisciplina tuvo solo a Jean Deza involucrado y recién la directiva decidió separarlo del plantel profesional y no inscribirlo en la Copa Libertadores. Sin embargo, la decisión final demoró meses y el jugador finalmente quedó separado de la institución. En el proceso, Pablo Bengoechea dejó de ser estratega de Alianza Lima.
Sin duda, el manejo que tuvo la directiva del cuadro blanquiazul para contratar jugadores no fue la adecuada y se dejaron llevar por los momentos. Lo peor, fue no actuar con severidad ante actos que perjudican a un gran plantel que nunca llegó a ser un buen equipo.
La salida de Pablo Bengoechea
Los malos resultados, el no tener una idea clara de juego y los actos de indisciplina fueron el detonante para la salida de Pablo Bengoechea. El técnico uruguayo había logrado sacar campeón a Alianza Lima y consiguió dos subcampeonatos. Sin embargo, su mensaje no llegaba al plantel y decidió dar un paso al costado en el arranque de la temporada.
La salida de futbolistas
Aldair Fuentes, Jean Deza, Federico Rodríguez, Adrián Balboa y Luis Aguiar abandonaron la institución en medio de la pandemia y a poco de iniciarse el campeonato peruano. Independientemente del rendimiento de algunos futbolistas, las maneras no fueron las correctas y Alianza Lima dejó de ser un gran plantel y pasó a tener pocas variantes para el fútbol peruano y Copa Libertadores.
La directiva de Alianza Lima con la llegada de Mario Salas buscó contratar a un futbolista con el fin de reforzar el ataque. No obstante, llegaron a un acuerdo con Patricio Rubio que no pudo jugar los dos partidos claves en la Copa Libertadores al estar suspendido por dos fechas. Claro, la directiva ni enterada.
La salida de Mario Salas
El director técnico llegó con la convicción de plasmar su estilo de juego en Alianza Lima. Sin embargo, se encontró con un plantel muy distinto y que nunca pudo desarrollar esa manera de jugar que buscaba en el campo de juego. Ante este escenario, Mario Salas siguió insistiendo y los resultados fueron negativos. El estratega chileno nunca fue flexible y abandonó al cuadro blanquiazul en una posición muy comprometida con la zona del descenso.
El partido ante Sport Huancayo
Los directivos, referentes y ex jugadores sabían que era el partido más importante de la historia de Alianza Lima. Sin embargo, los jugadores nunca lo entendieron y salieron a jugar el encuentro como si fuera uno más. Lo peor, el cuadro blanquiazul sólo dependía de sí mismo. Sport Huancayo, pensando en la Copa Sudamericana, logró ganar 2-0 y mandó a la segunda división al cuadro de La Victoria. Sin duda, el peor momento del año y de la historia del elenco grone.