El Tricolor recuperó las sonrisas y los aplausos de la afición en el primer partido de Lozano en el banquillo.
Jaime Lozano amenazó desde días antes: “no me gusta ganar por 1-0”. Lo cumplió, al vencer por 4-0 a Honduras en el debut de Copa Oro y lograr lo que Diego Cocca no pudo en seis partidos, el aplauso de la afición que sigue a la Selección Mexicana.
En una charla con aficionados, Jaime Lozano confesó que no le gusta ganar por 1-0, algo aventurado para una selección que apenas venció por 1-0 Panamá y perdió por 3-0 contra Estados Unidos. El Jimmy fue capaz de regresar los goles y el apoyo del público al equipo mexicano.
Jaime Lozano pidió confianza en su presentación y en el primer partido de la Copa Oro, la Selección Mexicana volvió a conectar con su afición. Los más de 65 mil seguidores que acudieron al juego contra Honduras, contrasta con los 15 mil que hicieron ver semivacío el juego entre México y Panamá en Las Vegas, Estados Unidos.
Diego Cocca había descompuesto algo más que el desempeño de México en la cancha, la afición mexicana reclamaba en cada partido del Tricolor, abucheaba jugadores y provocaba que el partido se detuviera por el grito homofóbico.
Se sabe que la bala de plata contra los abucheos y el grito homofóbico, que persigue la FIFA y la Concacaf, son los goles, México anotó cuatro. Luis Romo hizo dos tantos, además de uno más de Orbelín Pineda y otro de Luis Chávez. No hubo ningún grito o llamada de atención del sonido local, menos abucheos o reclamos.
En la grada, carteles con la palabra “LamborJimmy” y en la cancha festejos de un equipo que espera recuperar el prestigio de la zona en la Copa Oro, después de ser exhibido en la Nations League, tanto en el campo como en las gradas.
Jaime Lozano, en su primer partido, arregla lo que desarregló Diego Cocca, aunque apenas comienza la Copa Oro.