El combinado mexicano atrajo a poco más de 25 mil aficionados, pese al inicio del tercer proceso de Javier Aguirre en el banquillo
La Selección Mexicana registró la tercer peor asistencia de aficionados durante un lustro en Estados Unidos ante Nueva Zelanda, pues apenas convocó a 25 mil 271 personas en el Rose Bowl de California, cifra que también es la peor en lo que va del 2024.
“La afición es soberana y espera a cambio de su entrada algo. Es el primer paso, como vayamos haciendo camino, generosos, entregados, la gente va a empezar a acercarse. En el entendido que 25 mil no es mala cifra, en la medida que vayamos creciendo, se irá acercando cada vez más a lo que la gente quiere”, se justificó Javier Aguirre, técnico de la Selección Mexicana que inició su tercer etapa al frente del combinado
En Estados Unidos, la peor entrada de la Selección Mexicana en el último lustro fue el juego entre México y Guatemala, en la Copa Oro 2021, con 15 mil 391 aficionados en el Cotton Bowl de Dallas.
Existe una polémica en torno a la entrada más baja sobre suelo estadounidense en el lapso citado, pues el duelo entre la Selección Mexicana y Panamá, correspondiente a la lucha por el tercer lugar en Concacaf Nations League 2023, vendió cerca de 35 mil boletos, pero sólo 15 mil atendieron al espectáculo deportivo.
La segunda peor entrada en Estados Unidos en cinco años corresponde al partido entre la Selección Mexicana y Panamá durante 2021 en Austin, con apenas aforo de 17 mil 202 aficionados, en 2021.
La poca convocatoria de la Selección Mexicana, entre otros factores, se debe a los malos resultados del equipo en torneos recientes. En la Nations League se volvió a perder la final contra Estados Unidos y en la Copa América cayó el Tricolor en la fase de grupos. La destitución de Jaime Lozano y la llegada de Javier Aguirre, acompañado de Rafael Márquez, se pensó que sería el antídoto a la decepción, aunque aún no funciona esa fórmula.
Javier Aguirre Rafael y Márquez tienen una segunda oportunidad para probar su poder de convocatoria, ahora en Dallas, Texas, contra Canadá, después de que el juego contra Nueva Zelanda fue la peor entrada del año para un partido de la Selección Mexicana en Estados Unidos.