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El inédito caso de Mirta Díaz, la mujer pionera del fútbol femenino que sigue jugando con 57 años

Mirta Díaz, de las primeras jugadoras que fichalron en la AUF. Mirta Díaz

Mirta era una niña cuando recibía muñecas de regalo a las que les arrancaba la cabeza para que sus padres cumplieran con su pedido de tener una pelota. Eran tiempos donde no se veía con buenos ojos que una niña jugara con varones. Sin embargo, ella siempre peleó por su sueño.

“Desde chica me gustaba la pelota”, comenzó diciendo Mirta Díaz a ESPN y acotó que se mezclaba en los picados del barrio para poder jugar con los varones.

“No existía el fútbol femenino, sé que había un cuadro que se llamaba Las Charrúas, que eran de Nuevo París, y otro llamado Las Amazonas pero nunca jugué contra ellas”, recordó sobre aquellos años.

Mirta asume que no fue sencilla la tarea de cristalizar su sueño. “Sufría discriminación al inicio, claro que sí. Porque te decían: ¡cómo una niña va a jugar con los varones! Yo me ponía a jugar a la bolita y si salía un partidito de fútbol me venían a buscar. Sufría un poco de discriminación hasta que un día mis padres decidieron regalarme una pelota y fui la más feliz”, comentó en la charla con ESPN.

Por aquellos años comenzó a jugar en torneos barriales porque no existían ligas. Se organizaban campeonatos a nivel de clubes y se viajaba mucho al interior.

“Yo empecé en el Tigre, un club que es de mi barrio, en el Paso de la Arena. Jugaba campeonatos cortos. Hasta que una vez jugamos uno donde participó Huracán Buceo y me hablaron para ir con ellas. Al principio yo no quería por aquello de seguir en el cuadro del barrio, pero insistieron tanto que fui”, expresó.

Mirta jugó seis años en Huracán hasta que se armó Danubio, la llamaron, y se puso la franja. En el equipo de Maroñas estuvo 14 años y en 1996, año de la fundación del fútbol femenino, fue una de las primeras en fichar en AUF.

La tarea fue titánica. No existía la apertura que hay por estos tiempos donde se estima que 8.700 mujeres, entre niñas, adolescentes y mayores, juegan al fútbol de manera organizada.

“Aquello fue abrir camino hacia toda esta generación que viene. Hoy es distinto porque ahora empiezan a jugar desde chiquitas en el baby fútbol. Yo empecé con 15 o 16 años, entonces ahora tienen otra disciplina porque ya vienen jugando desde hace un tiempo”, reconoció.

Lo inédito del caso es que Mirta tiene 57 años, trabaja todo el día, y sufrió una lesión de rodilla que le impidió jugar el año pasado en Racing. Pese a todo: ¡no se rinde!

“Me estoy recuperando de una lesión de rodilla. Hice toda la recuperación pero caí dos veces con Covid. Ahora empecé a entrenar nuevamente. Quiero recuperarme, primero para la vida, y luego para jugar. Estoy entrenando para eso. Si veo que puedo seguir jugando, juego. Yo quiero jugar”, expresó con firmeza.

Y concluyó diciendo: “Con esta edad y después de tanto sacrificio siento orgullo… orgullo por seguir jugando y saber que abrimos un camino”.