Liverpool le ganó 2 a 0 a Peñarol en el estadio Belvedere por la primera final del Campeonato Uruguayo. El negriazul aprovechó el peor momento de su rival y sacó una ventaja que puede llegar a ser determinante para levantar la copa.
El dueño de casa comenzó mejor, poniendo en peligro al fondo del aurinegro y forzando algunos errores en ese sector del rival. A pesar de ello, Peñarol tuvo el primer aviso claro, cuando un gol de Matías Arezo fue anulado antes de los 20’ debido a una posición adelantada de Ángel González en la jugada previa.
El Carbonero contó con un par de situaciones en la primera media hora donde forzó un par de grandes atajadas de Sebastián Britos, que con grandes estiradas sostuvo el cero en su arco. La más clara de Liverpool en los primeros 45’ llegó sobre el final, cuando un tiro libre de Alan Medina, que tenía poco ángulo, se estrelló en el travesaño y estuvo a nada de ser el primer grito de gol de la tarde.
La estrategia del equipo de Diego Aguirre fue similar a la que llevó a cabo en la semifinal: un juego directo, intentando saltear líneas y aprovechar la velocidad de Ángel González para romper a la defensa, que estaba parada bastante adelantada. Por el lado del locatario, centraron los intentos en escapadas en velocidad de Luciano Rodríguez por la banda derecha, aunque al atacante le costó concluir las jugadas de forma fructífera para él o para sus compañeros.
Por otra parte, las cuatro tarjetas amarillas exhibidas en el primer tiempo (dos por cada bando), sumado a varias entradas subidas de tono, hacían prever que podía llegar a darse una sustitución que previera una expulsión. Esto se dio, ya que para el segundo tiempo, Jorge Bava sacó a Marcelo Meli y puso a Rúben Bentancourt, mientras que Diego Aguirre sustituyó a Lucas Hernández y colocó a Matías Aguirregaray.
La segunda mitad tuvo un punto clave de inflexión cuando se dio la expulsión de Franco González, que había ingresado instantes antes en Peñarol, por una agresión insólita. En esa misma jugada, Gonzalo Nápoli también vio la roja por responder con un codazo sobre el rostro del jugador aurinegro.
De ahí en más, el Carbonero lució cansado, perdido y la cancha le quedó muy grande al perder al hombre que había ingresado como revulsivo. Liverpool lo aprovechó rápidamente, cuando Thiago Vecino definió sobre el segundo palo tras un pase de cabeza de Bentancourt, y anotó el 1 a 0 para los dueños de casa a los 70’.
No conforme con esa asistencia, diez minutos más tarde Bentancourt se dio el lujo de sacarle petróleo a un pase largo hacia el área, se sacó de encima a la marca y remató cruzado para poner el 2 a 0 de Liverpool. El locatario aprovechó el mal momento de Peñarol, que se vio completamente fuera de partido desde la expulsión.
El encuentro se cerró con el 2-0 y el título se definirá este sábado en el estadio Campeón del Siglo. Liverpool sabe que dio un paso gigante a la obtención de su primer Campeonato Uruguayo.