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La historia de Maximiliano Silvera, la apuesta goleadora de Peñarol

Maximiliano Silvera, delantero calve en la gran campaña de Peñarol en la CONMEBOL Libertadores 2024, ha tenido una particular carrera primero acompañando con sus goles a Cerrito en todas las categorías del fútbol uruguayo y luego no pudiendo confirmar esa credencial goleadora en el exterior.

El atacante, que debutó en el Manya marcando un golazo en el primer clásico de la Serie Río de la Plata ante Nacional, repasó en ESPN su distintiva trayectoria, que incluye un paso por el fútbol infantil de Peñarol entrenando en Las Acacias y el curtirse en divisiones de ascenso, y señaló que Luis Suárez es uno de sus principales referentes.

De niños, cualquiera podría soñar debutar en el Maracaná y convertir sus primeros goles en La Bombonera; podría ser una ilusión exagerada, pero en la infancia nadie debería delimitar lo posible. Silvera cumplió, pero la trampa que fácilmente se percibe es real, existe y está en el fútbol de ascenso de Uruguay.

Es sábado 21 de marzo del 2015, fecha 18 del Campeonato de Segunda División, y Cerrito enfrenta a Villa Española en su estadio, el Parque Maracaná, a la hora 16:00. El local no realizaba un buen torneo, y salía a la cancha con Claudio Flores en el arco, Pablo Melo en la zaga y Mauro Aldave en ataque, entre otros. Cuando el partido lo perdía 2 a 3, el entrenador albiverde Ernesto Vignole, luego de darle ingreso al Chino Horacio Peralta, decidió hacer debutar a uno de los pibes con los que salió campeón juvenil dirigiendo a la Quinta División. El cambio ofensivo (atacante por el volante Ferrale) no resultó, y Fernando Cañarte puso el 4 a 2 definitivo para la visita.

Hice todo el baby fútbol en Estrella de Oro de Piedras Blancas, siempre de delantero, tuve un pasaje por el fútbol infantil de Peñarol, donde entrenábamos en Las Acacias; luego fui a Danubio, estuve un tiempo sin jugar y me sumé a la sub 16 de Cerrito, donde al año siguiente salimos campeones en Quinta con el mismo técnico que me hizo debutar en Primera”, narró Silvera a ESPN en agosto de 2021.

De Danubio se tuvo que ir porque no le pagaban los boletos del ómnibus; en Cerrito sí podían ayudarlo para que pudiera concurrir a los entrenamientos, pero el presente del club no era el mejor a nivel deportivo. Apenas semanas después de aquella derrota con Villa Española, el equipo auriverde descendía a la Segunda B Amateur, hoy llamada ‘Primera División Amateur’, la vieja ‘C’ de años atrás.

El presidente de la institución Auro Acosta entendió que lo mejor para el equipo era apostar por sus juveniles, teniendo al Maxi Silvera, nacido el 5 de setiembre de 1997, como uno de los delanteros del plantel principal junto a Brandon Barrera y Kevin Lado. El 7 de noviembre del 2015, Silvera pudo anotar su primer gol oficial jugando por el campeonato de la C.

El atacante recordó: “Fue el 2-1 en el partido que le ganamos a Basáñez por 3 a 2 en su cancha, La Bombonera. Hay un desborde por derecha, yo entré por el segundo palo, la empujé y sentí una gran alegría, era un gol que estaba buscando desde hacía varios partidos. La C no era lo que es ahora, hoy está más profesionalizada; antes era un poco más dura”.

Yo tenía 16 ó 17 años, así que era un gurí, y los rivales trataban de intimidarme con puteadas o juego brusco. Pero por lo general ya sabíamos lo que nos íbamos a enfrentar; uno debía ir preparado para soportar esas cosas, no había que darle importancia, solo estábamos convencidos que debíamos ascender de punta a punta y así fue, ascendimos invictos, salíamos a ganar sin importar nada”, destacó Silvera que siendo muy joven debía ingresar sin miedo al área de Platense, Basáñez o de Uruguay Montevideo en el Parque Ancap.

En mayo del 2016, Cerrito confirmó su retorno a la Segunda División, donde a partir del 2019 tuvo como capitán a Silvera. “Cuando me designaron como capitán sentí nervios, pero el grupo te va ayudando y vas agarrando de esa experiencia de estar en charlas, en arengas. Los jugadores más grandes también me ayudaron. Se van asimilando cosas nuevas cada año, pero igual uno ya viene con una personalidad de dentro del vestuario y dentro de la cancha”.

Los goles de Silvera comenzaron a ser más constantes, y en agosto del 2019 llegó el entrenador Roland Marcenaro para darle un salto de calidad al equipo y al delantero, que destacó: “He crecido mucho con él; cuando él llegó, yo estaba lesionado y miraba los entrenamientos desde afuera recuperándome y aprendía todos los días”.

Aprendí a vivir los partidos con una intensidad como si fuera el último, como si fueran todos los partidos una final, Roland te saca lo mejor de vos, busca que el equipo deje todo. Y también está su idea de juego, saliendo desde abajo y tratando de imponer esa idea sea cual sea el rival. Todos los días está diciéndome qué movimientos hacer para engañar a los defensas, me aconseja en los penales, y yo trato de aplicar todo lo que me dice”, comentó Silvera sobre el DT.

En noviembre del 2020, el equipo obtuvo el ascenso a la Primera División al consagrarse campeón de Segunda, torneo que el Auriverde culminó con Silvera marcando el 2-0 definitivo sobre Atenas. El delantero llegó a once tantos en la temporada, se consagró goleador de la B, y revalidó su condición al año siguiente en Primera, donde se convirtió en el máximo artillero con 21 goles (incluido su primer hat-trick conseguido ante Fénix por la fecha 6 del Apertura en Capurro), superando por ejemplo a Matías Arezo (16), Gonzalo Bergessio (15), Federico Martínez (14) o Agustín Álvarez Martínez (13).

Su sequía goleadora en el exterior

En febrero de 2022 fue traspasado a Juárez de México, donde sólo pudo convertir un gol en 24 encuentros.

“Jugué la mayoría de los partidos de la temporada y creo que lo hice bien. Es verdad que no convertí, pero lo importante es que jugué, el entrenador me pedía que jugara por la banda más que de nueve, eso me limitó un poco porque al llegar como goleador me exigían goles, pero al ponerme de volante uno tiene menos posibilidades”, declaró sobre su temporada 2022.

De enero a agosto de 2023 defendió a Necaxa, sin llegar a marcar, y el segundo semestre del año pasado jugó en Santos de Brasil, equipo que perdió la categoría y únicamente pudo celebrar un tanto del delantero uruguayo.

El 16 de enero se confirmó el regreso de Silvera al fútbol uruguayo, siendo anunciado oficialmente como nuevo jugador de Peñarol, club con el que debutó al día siguiente bajo las órdenes de Diego Aguirre, quien lo dirigió en Santos, marcando el 1 a 1 en el clásico ante Nacional por la Serie Río de la Plata.

Virtudes, referentes y sueños pendientes

Consultado por sus virtudes, Silvera señaló en la citada nota con ESPN de hace algunos años: “El olfato goleador para estar en el lugar correcto y ser definidor. También tengo mucha entrega y actitud, trato de dejarlo todo, sin parar de correr para ayudar al equipo con la marca y también llegar arriba”.

En cuanto a sus aspectos a mejorar, el diestro delantero consideró que siempre trabaja la definición con la pierna inhábil y el cabezazo: “Eso y seguir afinando la definición, uno siempre tiene cosas para mejorar y también puede seguir sumando movimientos. En la definición lo primero es que la pelota vaya al arco, y si hay un segundo más, trato de ubicar el remate lo más al palo posible; fuerte y a los palos”.

El atacante dijo que su gran referente es Luis Suárez, de quien intenta copiar sus movimientos para ubicarse en el área y hacer perder la referencia de los zagueros rivales, y comentó que se identifica mucho con el colombiano Rafael Santos Borré porque ‘tampoco es un nueve-nueve, sino un mediapunta que se mueve por todo el frente de ataque, metiendo diagonales y trabajando mucho para el equipo’.

Y concluyó en su momento sobre su máximo objetivo: “La Selección es el sueño que tenemos todos los jugadores, poder vestir en algún momento la Celeste sería lo máximo”.