El presidente de Nacional, Alejandro Balbi, habló de los momentos que vivió con la familia de Juan Izquierdo en Brasil, valoró los gestos de solidaridad que recibió, y le pidió a los hinchas paciencia con el equipo.
Balbi, en declaraciones al programa 100% Deportes de Sport 890, comenzó hablando de los seis días que vivió con la familia de Juan Izquierdo en Brasil.
“Las horas se nos hacían eternas esperando el milagro que nunca llegó y se dieron muchas charlas en las que pasamos por varios tópicos. Fueron días durísimos porque esto no está escrito, cuando uno se lanza en esto de ser dirigente de fútbol, y lo mismo le debe pasar a los entrenadores y los jugadores, no está preparado para estas cosas”.
Balbi agregó: “Uno está preparado para la ley de la vida que está escrita para enterrar a sus padres y no al revés, pero hubo esa excepción de la ley de la vida. Por más que yo pueda transmitir el dolor, que estoy destruido por dentro, no puedo ponerme ni siquiera en la más mínima cercanía de lo que pueden estar sintiendo los padres y su señora. No hay manera de no sufrir por ellos”.
El presidente de Nacional expresó: “Cuanto más compartís, más conocés la historia, los cuentos, el esfuerzo de la familia. Sus padres nos contaron del baby fútbol y que ellos iban con una motito a llevarlo por las canchas en Nuevo París. Y que la única plata que Juan le pedía a los padres era para comprarse zapatos de fútbol”.
Consultado sobre cómo se encontraba el plantel para retomar la actividad, Balbi respondió: “Es muy difícil porque estábamos con Diego Scotti (presidente de la Mutual de jugadores) y no teníamos ganas de hablar sobre cuando arranca la fecha y cuando empezar a jugar. Caló hondo, es muy difícil esto. Es imposible ponerle cabeza a un entrenamiento cuando pasó lo que pasó. Y estos procesos no son colectivos, hay gente a la que le va a pegar de una manera, y a otros de otra”.
Posteriormente expresó: “La gente está destruida porque está faltando alguien. Hay que afrontarlo y tener mucho trabajo psicológico. Van a ser semanas durísimas, le pido a la gente compresión, yo sé que tenemos que ganar, salir campeones, pero detrás de un jugador de fútbol hay familias y ausencias dolorosas. Cuando los jugadores se sienten a comer en Los Céspedes y vean una silla vacía, y piensen que ahí debía estar Juan, va a ser duro”.
Balbi terminó agradeciendo las muestras de solidaridad, llamados y mensajes que recibió: “Me gustó muchísimo ver ayer en la sede gente con camisetas de Peñarol y otros clubes... (Se emociona) La mejor respuesta que podemos dar como uruguayos es que tenemos valores. Lo del plantel de San Pablo también fue increíble y era para ayudar. Escuchar a Calleri y Raphina llamar al director de la agencia de viaje del club pidiendo un avión para viajar hoy habla de cómo vivieron ellos lo que pasó”.