Hernán Novick explicó por qué decidió finalizar su carrera como futbolista profesional, dijo cuál fue el gol que más disfrutó y recordó una importante charla que que tuvo con Antonio Pacheco y Marcelo Zalayeta en Peñarol.
Esta semana, Danubio anunció el retiro del jugador de 36 años que, en diálogo con La mañana del fútbol (El Espectador Deportes), contó: “Hace dos o tres años estoy con un problema en la rodilla que me complica al hacer varias cosas. Y cuando sos grande, necesitás más que nada de los ejercicios de fuerza para que los músculos respondan bien, y ya habían ejercicios que no podía hacer, como sentadilla. Entonces me ponía bien, pero a los dos o tres partidos me lesionaba y llegó un momento en que eran más las malas que las buenas”.
“Tenía contrato hasta fin de año con Danubio, club que se portó muy bien conmigo, y lo mejor para todos era terminar el contrato y mi carrera en Danubio”, aseguró.
Novick expresó que ‘la decisión la empezó a tomar hace dos meses’, cuando se venía sintiendo bien, pero tuvo un desgarro en el posterior en una práctica: “Rompí en llanto en esos días y estaba con ganas de retirarme en ese momento, pero no hay que tomar decisiones en caliente, y además el equipo venía mal y no me parecía una buena manera. Me lo guardé un poco para que los compañeros no sepan, y cuando comenzamos bien el Intermedio les fui diciendo algo. Lo bueno es que hoy estoy tranquilo porque la decisión la fui procesando de a poquito”.
“Al técnico (Juan Manuel Olivera) no se lo dije porque estábamos metidos en el Intermedio y no quería decirlo para ponerlo en una posición de que me tenga que poner un rato. Me lo guardé y no me puso el último partido, sí jugué el penúltimo y en el anterior también, y pude jugar salvo en la última fecha. Con la familia sí lo hablé”, narró quien en su carrera también jugó en El Tanque Sisley, Villa Española, Fénix, Peñarol, Guaraní, Cerro Porteño, Sol de América, Universitario y Boston River.
El ahora ex futbolista valoró su trayectoria: “Estoy recontra conforme, feliz y agradecido con toda la gente que lo hizo posible. Jugar en Primera, algo que no es fácil, en Peñarol, haberme retirado en Danubio, que fue donde comencé en Séptima… Es algo muy lindo y soñado. Así que agradecido primero con mis padres que me dieron la oportunidad de hacer lo que yo quería, aún cuando no me fue fácil jugar en las inferiores, con mis hermanos, con mi señora que ha sido fundamental, mis hijos. Les agradezco a todos los que estuvieron conmigo”.
Su futuro y el cabezazo de Marcel ante Nacional
Hernán contó que tiene los cursos de entrenador y de dirección deportiva aprobados, por lo que le gustaría trabajar como entrenador, ayudante técnico o director deportivo: “Marcel (su hermano, también ex futbolista) dirige la Sub 19 de Boston River hace tres años, y siempre la idea fue ser dupla técnica con él, es algo que podría darse en el futuro; por ahora, él sería el técnico y yo lo acompañaría”.
A propósito de su hermano, Hernán respondió cuando se le preguntó cuál fue el gol que más gritó en su carrera y se le señaló los dos que convirtió ante Nacional (con Fénix en diciembre de 2013, y con Peñarol en mayo de 2015): “El de Nacional con Fénix, porque esa misma noche me llamó Juan Pedro Damiani y me dijo que iba a jugar en Peñarol, y al otro día estaba firmando contrato. También jugar un clásico y poder hacer un gol es algo soñado, algo hermoso que no me voy a olvidar nunca….”
“Pero el gol que más grité fue el de Marcel para el 2 a 2 ante Nacional en 2016, quizás porque fue con quien compartí toda mi vida y sé lo que se sacrificó para llegar. Cuando el Canario Aguiar levantó el centro desde la derecha, yo pensé ‘que pase la pelota que me queda’, Marcel saltó con dos defensas y cuando veo que mete el nucazo y se mete no podía creerlo, era como un sueño”, recordó Hernán.
Y subrayó: “Capaz que grité más mi gol (ante Nacional en 2015), pero como que no era tanta la euforia. Con el gol de Marcel no lo podía creer y quedo en lágrimas, no me dio ni para gritar, fue increíble”.
La charla con Pacheco y Zalayeta: “Lo aprendí tarde”
Cuando se le preguntó qué tanto significó ponerse la casaca de Peñarol, Novick destacó: “Por un lado, te da un plus ser hincha porque metés más. Pero también me acuerdo de una charla que tuve con Antonio Pacheco y Marcelo Zalayeta, que me dijeron que esté más tranquilo porque como que jugaba muy como hincha, que tenía que jugar más porque corría y después con la pelota no rendía como podía haber rendido”.
“Hoy me quedó un poco esa espina de no haberlos podido escuchar más, de no ser tan juvenil en cuanto a pensar que es todo correr. Lo aprendí tarde”, dijo quien vivió dos etapas en Peñarol: primero en enero de 2014 a diciembre de 2016 (4 goles en 46 partidos), y luego de noviembre de 2020 a enero de 2021 (en este segundo ciclo, sólo disputó un partido).
“Estando más maduro en Cerro Porteño, pensé qué lástima que no pude jugar con esa tranquilidad en Peñarol. Está bueno jugar como hincha, pero también si estás más tranquilo y pensante, le podía haber dado más al club, me quedó un poco eso. Con el tiempo, hice lo posible para volver, pero la vuelta no se pudo dar como quería. Igualmente estoy agradecido con lo que hice, a veces te quedás con ganas de haber dado un poco más, pero estoy feliz de haber jugado en Peñarol”, sentenció el mediapunta.
