“Arsenal le ofrece contrato profesional al joven volante chileno Marcelo Allende”. Así titularon varios medios chilenos en abril del 2017 y se anunciaba que el futbolista había pasado la prueba de Arsene Wegner por lo que su incorporación era ‘inminente’.
El nacido en la comuna de Pudahuel de Santiago había realizado un gran Mundial Sub 17 en el 2015, donde fue capitán del combinado trasandino y convirtió dos tantos. Formado en Cobreloa, buenos rendimientos en Deportes Santa Cruz y selecciones juveniles, le permitieron esa posibilidad en el club londinense, pero como tantos debió volver al futbol sudamericano.
Siguió en Santa Cruz y fue vendido al Necaxa mexicano, donde pese a un debut auspicioso en enero del 2018 tuvo poca continuidad por lo que regresó al fútbol chileno tras diputar doce partidos oficiales en tierras aztecas habiendo anotado dos goles.
Y pese a su participación en el Mundial Sub 20 en 2019, ya los medios no comparaban la estatura de Allende con la de Alexis Sánchez o Lionel Messi, y poco a poco su historia era sustituida por las de otros jóvenes con los cuales también se podía proyectar exageradamente como ocurre en muchas partes del mundo.
Tras jugar en la Segunda División chilena defendiendo los colores del Magallanes surgió la no muy común posibilidad de llegar al fútbol uruguayo, cuya historia cuenta con pocos ejemplos de jugadores trasandinos.
Sin embargo, los buenos rendimientos recientes de Christian Bravo (cuya actuación en Wanderers le valió el pase a Peñarol y el ser citado por Reinaldo Rueda), de Gonzalo Reyes en Juventud y la llegada del mediocampista Gonzalo Jara a Progreso, entusiasmaron a Allende, quien a mediados de enero del 2020 se incorporaba a los entrenamientos de Montevideo City Torque.
El futbolista le comentó a ESPN que todo se dio a través de un contacto con su representante y que está feliz estar en Uruguay. Anteriormente en Torque jugó Valentín Castellanos, argentino que también vino de Chile y que tras una buena actuación en las canchas charrúas pasó a jugar a la MLS.
Sobre su arribo a Torque, Allende aseguró: “Me encontré con un equipo que me sorprendió mucho, todos conocemos al fútbol uruguayo por otras características, que es fuerte, que le gusta el juego aéreo. Cuando llegué a este equipo me encontré con jugadores totalmente diferentes, con capacidades técnicas increíbles, me gusta su estilo de juego”.
Sabiendo que el primer objetivo es mantener la categoría, el volante ofensivo quiere aprovechar al máximo esta experiencia para volver a encontrar su juego y seguir soñando con vestir la roja de la selección: “Fue algo muy lindo jugar los mundiales juveniles, obviamente me gustaría volver a repetir por qué no en un Mundial adulto, debo seguir creciendo y demostrar que puedo hacer cosas grandes”.
Allende debutó en la primera fecha del Apertura uruguayo con un gol en la derrota ante Progreso en el Estadio Centenario (“Fue algo muy lindo, hacer un gol es un plus bastante importante y hacerlo en el mítico Centenario es algo que jamás voy a olvidar”) y también ingresó en el empate ante Cerro por la tercera fecha, la última jugada antes de la suspensión por el coronavirus.
Sobre su juego y referentes Allende explica: “Me encanta Jorge Valdivia, me gustaría ser como él; no tenemos el mismo aspecto físico pero me gustaría ser como él. Juego en esa misma posición o ya sea la que me requiera el cuerpo técnico, puedo jugar por fuera o incluso de volante mixto también lo puedo hacer”.
El argentino Pablo Marini le comentó a ESPN las principales características del chileno: “Es un joven con muchísima proyección, pero ya tiene presencia en entrenamientos en el Arsenal, en selecciones y realmente es un jugador desequilibrante, gana en el uno a uno, tiene mucha movilidad, buena pegada y tiene gol”.
Teniendo la historia de su compatriota Christian Bravo como una referencia reciente de chilenos que han llegado al fútbol uruguayo (“Seguir sus pasos sería muy lindo”), Allende sigue viviendo en Uruguay pese a la cuarentena y realiza los ejercicios indicados vía charlas virtuales por el cuerpo técnico de Torque.
Marcelo Iván Allende, cuyo nombre es una clara alusión a la histórica dupla Salas Zamorano, sabe que con 21 años recién cumplidos aún tiene tiempo de escribir su propia historia y no tratar de seguir destinos apresurados que se sentencien desde más allá del campo de juego. Dentro del mismo tratará de demostrar, cuando el coronavirus lo vuelva a permitir, la calidad de su juego y del fútbol chileno.