El futbolista de Peñarol Christian Bravo regresó a Uruguay desde Chile la semana pasada y ahora se encuentra realizando una cuarentena. En declaraciones al programa 100% Deportes (Radio Sport 890 AM) dijo que espera que le realicen el hisopado para volver a entrenar en Los Aromos.
“Mi hija es la que sufre un poco más y el encierro la ser chica e inquieta la aburre un poco, ya estamos un poco acostumbrados, ya estamos en la última etapa y contentos de haber llegado ya a Uruguay”, comentó Bravo sobre la situación que afronta con su familia.
El futbolista debe cumplir una cuarentena de siete días por haber llegado desde el exterior y luego se le realizará el examen de coronavirus. En caso de que los resultados confirmen la COVID-19 ya podrá entrenar en Los Aromos, donde sus compañeros ya trabajan desde el lunes 15 de junio.
El chileno, al igual que el español Xisco, espera reincorporarse el lunes 29 a los trabajos que se realizan en el complejo deportivo carbonero.
Bravo valoró el buen trabajo realizado aún en cuarentena: “Lo importante ha sido mantener lo físico y estamos bien en ese sentido. Lo que pasa es que también el cuerpo técnico con nosotros ha trabajado bastante bien, Forlán le ha dado prioridad a entrenamientos intensos, yo he cumplido al pie de la letra lo que son los entrenamientos en casa, todos los días, lo único que nos falta es tocar un poco la pelota pero uno se acostumbra rápido porque uno toda la vida ha tenido la pelota en los pies”.
Sobre la situación en Chile, Bravo se mostró preocupado por la crisis sanitaria y la económica que el país viene sufriendo desde hace ya varios meses: “Se pasa por un tema complicado en Chile. Yo vengo de una villa humilde y pobre y vi muchas cosas que te impactan, nunca pensé que iba a verlas, el tema de la desesperación de perder trabajo, y demás. Los primeros que sufren son los de clase media y clase baja”.
El exfutbolista de Montevideo Wanderers explicó que él vive con su familia en Montevideo, pero como Peñarol visitaba a Colo Colo el martes 17 de marzo y Bravo debía concentrar, su hija y su esposa adelantaron el viaje a Santiago para visitar a sus parientes. Sin embargo, el coronavirus llegó al Uruguay el viernes 13 y luego de suspenderse el fútbol local también se suspendía la Libertadores.
“Si no se hubiera ido, yo tampoco, ya llevamos año y medio de Uruguay, sucedió esto y yo me tuve que ir para allá para estar con mi familia. Sin ellas la hubiera pasado preocupado porque Chile no está bien, mi señora y mi hija viven conmigo, por suerte pude viajar y ya estamos juntos de vuelta en Uruguay” comentó Bravo.
En lo futbolístico espera ganarse un puesto en este regreso al fútbol. La posible no continuidad del argentino Gabriel Rojas puede favorecer la titularidad del chileno, ya que en el fútbol uruguayo en cancha sólo pueden coincidir tres extranjeros por equipo. Sin el argentino, sólo quedarían tres extranjeros en el plantel carbonero.
“Vestir la camiseta de Peñarol es un honor, siempre está el pensamiento de tener la mejor actitud, entrenando en el día a día que es lo importante. Estoy en el club más grande de Uruguay, no es fácil, uno tiene que ver muchos factores, pero son retos que uno tiene que ponerlos positivamente para superarlos, decidí venir aquí para tomar un reto grande, estoy esperando mi opción, si se me da la oportunidad sé que no la voy a desaprovechar” destacó el chileno.
Sobre su relación con el entrenador Forlán, Bravo comentó: “Él sabe que tiene mi absoluta disposición”. En cuanto a su posición valoró que se siente más cómodo jugando por la derecha, aunque no tiene inconvenientes en jugar donde el técnico se lo pida.
Con respecto a la Copa Libertadores, el chileno ve difícil que pueda reanudarse y no sabe cuál sería la fórmula para que se pueda volver a disputar: “Estuve en Chile y tengo conocidos que fueron a entrenar y que a los tres días se suspendió todo porque decretaron cuarentena en la ciudad, no sé cómo se haría. Veo difícil que la Libertadores vuelva con normalidad o a no ser que lleven a todos los equipos a un solo país.”
El próximo partido oficial de Peñarol será ante Nacional por el Torneo Apertura, encuentro que se jugará sin público. Al respecto, Bravo comentó: “Eso es malísimo, me gusta jugar con gente. La presión es lo que me alimenta. Estar sin gente es bastante diferente, no creo que me vaya a desconcentrar, pero jugar con la hinchada de Peñarol es espectacular, es de las mejores cosas que me pasó en mi carrera, es algo anímico espectacular cuando uno entra al estadio”.
Y si bien el Centenario estará vacío, Bravo remarcó que de todas maneras el equipo tendrá claro que aunque sea afuera del estadio, en sus casas, ‘la gente va a gritar como loco el gol’.