Amparo Pérez del Cerro (24), oriunda de Trenque Lauquen, juega en Primera División en Club de Regatas Bella Vista A y es la goleadora del equipo en la categoría C2. Viene de una familia con mucha historia en el club y actualmente comparte cancha con su hermana, tiene tres primas que juegan con ella en mayores y dos hermanos y ocho primos jugando en Plantel Superior en rugby.
Se mudó a Bella Vista en 2018, cuando empezó la facultad y jugar al hockey siempre fue una prioridad. Forma parte de una de las familias más grandes del club, y si bien sus padres estaban lejos, podía contar con el apoyo del resto. “Tengo la suerte de tener una mamá que a pesar de haber vivido en Trenque Lauquen por mucho tiempo, nos inculcó siempre la vida y el amor por el club”. Además, tiene una abuela que no se pierde ninguno de los partidos de sus 57 nietos, y 13 tíos y tías que van los sábados al club. “Poder hacer lo que me gusta, disfrutar del deporte y encima compartirlo con mi familia, es impagable. Hace que todo se disfrute todavía un poquito más”, comentó.
Ampi es un clásico nueve de área, que busca las posiciones profundas y tiene ese hambre de gol que tiene todo delantero. “Lo que me hace destacar como goleadora es mi equipo, ya que, sin el trabajo previo, desde la arquera hasta que la bocha llega cerca del área, sería imposible. Muchas veces las que cierran las jugadas o las que meten el gol se llevan las felicitaciones, pero en realidad es mucho más importante el trabajo previo, y creo que ahí está la clave”, agregó.
Entre sus tantos goles marcados, el más memorable fue su primer gol en Primera: “Por lo que significó y por lo que uno siempre sueña y anhela. Fue en un partido contra CASI en 2018, de visitante. Estaba bastante trabado, y sirvió para abrir el marcador. Entré al área por el lado izquierdo, intentando desbordar de revés y terminé escapando de derecho, creo que eludí a alguien con alguna habilidad aérea y pegué de derecho al primer palo”. En ese encuentro Regatas venció 3 a 1 al equipo de San Isidro.
Además de ser la goleadora del equipo, es psicopedagoga, y le gusta mucho la relación que tiene la neuropsicología con el deporte. “Creo que la clave está en poder mantener la cabeza en la jugada que se está jugando y tener la habilidad de poder dejar atrás la bocha que no entra o la jugada que pasó”. Amparo tuvo la suerte de tener el apoyo de una psicóloga deportiva desde muy chica, en Argentino de Trenque Lauquen. Selene, la psicóloga, le dio herramientas necesarias para poder entrenar la cabeza; y el perseverar, tratar de soltar la jugada que pasó y concentrarse en lo que se está jugando es un de las estrategias que más le sirve.
Dejar al club en lo más alto es la motivación que necesita para siempre seguir mejorando. “Está lleno de chicas, desde escuelita hasta exjugadoras, que se mueren de ganas de estar a las 16h en la cancha jugando en Primera, y eso también impulsa a que aprovechemos el lugar en donde estamos y tratemos de dar siempre el 100”.
Como toda jugadora de un club, es su segunda casa, y describió Regatas como el lugar donde, no importa el día que esté teniendo o los problemas que esté atravesando, todo cambia una vez que pasa la barrera y entra. “Es el lugar donde más disfruto, donde comparto con amigos y familia, conocidos y no tan conocidos”. Tiene un ambiente tan familiar, especialmente para ella, que le es fácil pasarla bien cada vez que va.
Para la delantera de Bella Vista, un referente es quien pone al club por delante de todo y trabaja para que mejore. Con respecto a lo deportivo expresó: “Tuve la suerte de compartir plantel con grandes jugadoras como Emilia Sylvester, Inés Martínez Ferrario, Lucila Fornasari y Lucía Astelarra, que son jugadoras que con el simple hecho de venir a entrenar te enseñan y son ejemplo de compromiso y amor al club; son ejemplo de los valores que uno intenta transmitir”, finalizó.