Mora Bertoncini defiende a capa y espada su club, no solo bajo los tres palos, sino que nutre a su equipo con su experiencia e intenta ayudar desde donde pueda para hacer crecer la disciplina del hockey. En esta entrevista con ESPN.com dialogó acerca de su trayecto transcurrido, y el que le queda por recorrer.
Antes de incursionar en la historia de su cariño por el Buenos Aires Cricket and Rugby Club, Mora enfatizó en la forma por la cual llegó a la institución hoy ubicada en Bancalari: “Iba a un colegio donde mis profesoras eran Maripi Hernández y Gaby Pazos, dos leyendas de Biei, me gustaba jugar mucho al fútbol y empecé a atajar en el colegio más o menos a los diez años, siempre me decían que venga para BA y yo no quería saber nada. Hasta que en el último año de colegio me dijeron: ‘dale, andá a probar. Necesitamos arquera’. Fui, me gustó y me quedé. Me encantó, la gente, el ambiente. La verdad que encontré un grupo muy lindo de personas”.
Ahora sí, tras esa breve introducción, Bertoncini contó el significado de BA en su vida: “Es mi segunda casa. Estoy cuatro veces por semana, el sábado todo el día. Mis amigas. Desde el 2011 que entré en el club. Entré bastante grande. En quinta, primer año de quinta, pero desde que entré me quedé. Debute en Primera en 2012 y desde el 2014 estoy permanente”.
A pesar de sus aportes para evitar goles, la arquera de Biei contó cómo intenta ayuda al equipo dentro del campo de otras maneras: “Trato de dar seguridad, que sepan que estoy yo atrás y poder transmitirles a las chicas que jueguen tranquilas, sin pensar que al llegar al área pueden lastimarnos. Al principio no hablaba, ni daba muchas indicaciones y ahora siento que estoy muy presente, trato de ordenar la defensa; eso también me ayuda a concentrarme y estar metida en el partido”, subrayó la portera.
Además, aseveró: “defensivamente estamos muy bien. Tenemos pocos goles en contra, pero no es por mí sino por todo el equipo, nos enfocamos es en defender y lo estamos haciendo muy bien”.
Los arqueros tienen una lucha constante con la frustración y las equivocaciones, Mora contó cómo fue su proceso para trabajarlo: “Cuando era más chica me afectaba bastante equivocarme, era muy exigente. De hecho, por ahí si no me equivocaba y me hacían un gol, también me afectaba. Y hoy no, trato de tener la menor de cantidad de error, obviamente es difícil a veces, pero si me hacen un gol no me influye tanto como antes. Ahora agarro la pelota y arengo al equipo a salir”.
De igual manera, la arquera de BA infirió en la razón por la cual se encuentra a gusto bajo los tres palos: “Me gusta estar ahí parada, el arco es mío, disfruto hacer todo lo posible defender a mi club y salvarlos es lo que más me complace, estar presente y tomar protagonismo cuando el equipo tiene dificultades, pero partiendo de la base en que todas nos podemos equivocar y trató de transmitirle la confianza de que estoy yo ahí”.
En un contexto de falta de arqueros en la mayoría de los clubes del Torneo Metropolitano, Bertoncini realizó mucho hincapié en la formación que visualiza en su club: “Por suerte acá hay bastantes menores, hay una arquera -por lo menos en la A-, por categoría, eso está bueno para hacer entrenamientos de arqueras en conjunto y que me conozcan, que sepan lo bueno de ser arquera en la Primera División. Es importante representar a tu club, la verdad que me llevo muy bien con las chiquitas, trato de mantener esa relación para que ellas estén motivadas porque siguen creciendo y pierden un poco ese fervor y dejan, así que trato de seguir conectada para que continúen entrenando, a que sigan esforzándose y que tengan como objetivo llegar a donde estoy yo ahora”.
Es fundamental la disciplina y perseverancia para mejorar en el gremio del arquero, por ello Bertoncini afirma que no se debe dejar pasar ningún entrenamiento especializado: “Acá hacemos los lunes, una vez por semana, siempre pregonamos que no se salte por nada. Si hay un amistoso, el estímulo tiene que estar igual y también sirve como motivante para una arquera de menores, está bueno que les estén encima a las chiquitas, hoy por ejemplo pasa mucho de que se ponen los pads, las mandan al arco, les cascotean el rancho y por ahí no les dicen nada, no les corrigen ni les advierten lo qué hicieron bien, o lo qué hicieron mal. Es fundamental para que no se sientan un muñeco y eso también es importante para que no dejen, porque hoy en día llegan a la quinta o a plantel superior y no quieren seguir, ya pasó un montón, es clave valorar a las arqueras porque hay pocas y en algún momento te quedas sin”, asentó Mora.
María de la Paz Hernández, histórica referente de BA, dejó la actividad en 2022 y luego de un año retomó para colaborar a este momento del club y Bertoncini se deshizo en elogios para ella: “Maripi fue profesora mía del colegio, así que yo la conozco un montón, ahora es amiga mía, fue muy importante su vuelta, ella es un líder y nos faltó el año pasado. Hoy le está dando lugar a otras para que tomen protagonismo, siempre nos vino bien eso, es muy útil para nosotras”.
La arquera de Buenos Aires no evitó referiste a su gran aspiración en el club: “Mi sueño siempre fue ascender a la A, estuvimos cerca, tuvimos una muy buena generación de jugadoras cuando jugamos la promoción contra Banco Provincia en 2019, antes de la pandemia. Si bien continua ese anhelo pendiente, sueño con atajar en el club y continuar ayudando hasta que vayan llegando arqueras nuevas y darles una mano para cuando deje de jugar, pero tengo ese deseo de dejar al club en lo más alto o al menos intentarlo”.
Para finalizar, Bertoncini se tomó el tiempo para agradecerle a alguien especial por estos años de acompañamiento: “No quiero cerrar sin darle las gracias a mi papá, una de las cosas que más disfruto del hockey es compartirlo con él. Siempre fue muy importante desde que empecé a jugar y al día de hoy me sigue acompañando todos los sábados”, concluyó Mora.