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Sídney 2000: los Juegos donde Argentina rompió la maldición

Mariela Antoniska fue parte del famoso plantel que comenzó el legado de Argentina en el hockey sobre césped. La arquera habló con ESPN.com y contó su punto de vista de lo vivido en Sídney.

Para la selección argentina, esos Juegos Olímpicos fueron un torneo de menor a mayor. Con algunos tropezones, pero con la esperanza intacta, pasaron la primera fase pero con cero puntos. Tenían que volver a empezar, y en frente tenían nada más ni nada menos que a China, Holanda y Nueva Zelanda. Si querían cumplir su sueño, tenían que ganar esos tres partidos. "Empezamos de a poquito, y cerramos con el 7 a 1 ante las neozelandesas que fue algo increíble, fue la revancha", comentó Mariela. La Leona fue ese empujón que necesitaban para terminar de creerse capaces de lograr todo lo que se propusieran, y como un caballo de carrera, mirando fijamente el objetivo, fueron a la final con Australia.

Todos saben que fueron los Juegos que cambiaro el hockey en nuestro país, pero algo que remarcan las jugadoras es que nunca pensaron lo que iba a suceder después. "Nunca nos imaginábamos lo que iba a generar. Creo que la gente reconoció al equipo y lo que dábamos adentro de la cancha. Veían el espíritu argentino en ese equipo y a raíz de eso el hockey empezó a crecer muchísimo y hoy por hoy las cosas siguen saliendo bien". Hoy, tanto Las Leonas como Los Leones están clasificados al Mundial 2026 y están dentro de los 10 mejores equipos del mundo. Pero, independientemente de si ganaban una medalla en Sídney o no, el legado argentino ya estaba formándose, y era cuestión de tiempo hasta que nuestro país sea considerado uno de los mejores. Si bien pasó en el momento exacto que tenía que pasar, de algo podemos tener certeza y es que eventualmente iba a pasar.

Si bien las 16 jugadoras dentro de la cancha son las responsables de aquella medalla de plata, no hay que olvidarse de quienes guiaban a ese equipo. "Vino un cuerpo técnico que nos reinventó, nosotras lo aceptamos y apostamos a eso"; entrenamientos casi todos los meses del año, con estímulos nuevos que no habían implementado, y un cambio en la mentalidad de cada una que hizo que esos Juegos Olímpicos fueran increíbles. "Tal vez fue un antes y un después para el hockey argentino, pero nosotros ahí vivimos algo muy lindo. Lo disfrutamos desde el primer día hasta el último", dijo Antoniska. Esas 16 jugadoras hoy recuerdan con emoción esos Juegos Olímpicos, pero no son las únicas. Cada fanático, grande o chico, se puede sentir interpelado por lo sucedido hace 25 años, y orgulloso del ADN argentino, que se ve cada vez que los jugadores y jugadoras salen a la cancha.

Sídney fueron los Juegos donde todo cambió. Además del nacimiento de La Leona y la consolidación de un equipo que además era un grupo de amigas, fue el momento donde dejaron de ver el podio desde abajo. En el Mundial de 1998, Champions Trophy de 1999 y 2000 terminaron cuartas, y en Australia hicieron historia. "Veíamos como los equipos se subían al podio menos nosotras y pensábamos: ¿Cuándo nos va a tocar?". La medalla no fue lo único que ganaron, sino que ese fue el despegue, donde el equipo argentino comenzó a pesar más, y tenerlo como rival no era algo fácil. Desde ahí, Argentina estuvo en un podio olímpico en todos los certámenes disputados. Además, en 2001 Las Leonas salieron campeonas del Champions Trophy, en 2002 finalizaron segundas del mismo torneo, y levantaron la Copa del Mundo en Australia. En Atenas 2004 consiguieron la medalla de bronce, al igual que en el Champions Trophy que se disputó en Rosario ese mismo año.

A pesar de los números y los datos duros que demuestran que Argentina creció de manera exponencial en el hockey sobre césped, se puede ver hasta en los clubes de barrio, donde los números de afiliados son enormes. No del todo conscientes, Las Leonas de Sídney 2000 sembraron lo que hoy es el hockey en Argentina, y si bien Mariela Antoniska ya finalizó su paso como arquera del seleccionado argentino, comenzó un legado que no tiene fin.