El bicampeón se quedó con un triunfo notable en el GP de Italia, vestido con los colores de la Azzurra y para locura de los tifosi. Enea Bastianini cerró la fiesta con el 1-2 del Ducati oficial.
“Fratelli d'Italia, l'Italia s'è desta. Dell'elmo di Scipio s'è cinta la testa. ¿Dov'è la Vittoria? Le porga la chioma, ché schiava di Roma Iddio la creò”, braman los hinchas el himno mientras en el podio todo es alegría. Forza Italia y más que nunca. Locura absoluta en Mugello, como en las mejores misas brindadas por un tal Valentino Rossi. Locura total de los tifosi que armaron una fiesta total de la mano de Pecco Bagnaia, Enea Bastianini y Ducati, un combo perfecto para los miles y miles de italianos que llenaron la pista de la Toscana donde se disputó la séptima cita de MotoGP.
Locura total en Mugello. Bagnaia se quedó con un triunfo sensacional, con una clase maestra de manejo para liderar casi de principio a fin. Porque largó desde el quinto puesto (tras la sanción de tres grillas que recibió por tapar a Álex Márquez en los ensayos) y tardó un cuarto de vuelta en llegar a la punta, con una largada memorable. Y desde ahí, comandó en toda la carrera. Jorge Martín hizo lo que pudo para seguirlo, pero nunca logró poner en jaque su éxito.
Y si algo faltaba para el delirio italiano, la Bestia, tras su duro duelo con Marc Márquez para quedar tercero, se fue encima de Martín en el giro final y en la última curva se tiró con todo para pasarlo y completar el 1-2 para el equipo de fábrica de la casa de Borgo Panigale. Y más locura en las tribunas.
Por si algo faltaba en la fiesta de Italia, Ducati firmó un inolvidable 1-2-3-4, con Martín completando el podio y Márquez en el cuarto lugar, con la Desmosedici GP23 del Gresini, sí, por las dudas otro team de la península.
¿Más de Italia? Para esta cita, las dos motos de fábrica de Ducati fueron pintadas con los colores de la Azzurra, a pocos días de la Eurocopa y de los JJ.OO. El público enloqueció y Bagnaia no quería salir de la embriaguez que le generaba el cariño de la gente. La vuelta de honor fue eterna como Roma, porque paraba en cada tribuna para saludar a todos, mientras los tifosi tiraban las bengalas de humo de diferentes colores, con el amarillo del histórico Doctor, mezcladas con las rojas de Ducati.
“La verdad es que largaba quinto y pensé en pasar por afuera y funcionó. Es increíble esta multitud, estoy feliz por el segundo lugar de Enea también”, dijo Pecco, quien con su triunfo, sumado al éxito en el sprint, logró recortar a 18 puntos la distancia con Martín en la cima del Mundial (171 a 153 manda el madrileño). Márquez está tercero, con 136 y la Bestia, cuarto con 114.
“Estoy un poco frustrado con lo que pasó en la última vuelta. Traté de seguir el asombroso ritmo de Pecco, al final cuando me acercaba pensé que podía hacer una maniobra. Estoy frustrado conmigo porque no cerré bien en la última vuelta para evitar que me pasara Enea”, dijo Martín, quien espera ansioso que Ducati defina quién será el segundo piloto oficial de 2025. Su nombre parece estar en punta para quedarse con el puesto de Bastianini. Pero la Bestia selló un 1-2 en casa que hace ruido. “La sensación es increíble de estar en un podio en casa. Estoy muy feliz, quiero dedicar este resultado a mi perro, que era mi bebé, y falleció hace una semana”, dijo Enea. El tercero que brega por ese sillín es justamente Márquez. Sí, los cuatro protagonistas del GP de Italia, que terminó con fiesta total de los tifosi.