FLORHAM PARK -- Roma no se hizo en un día, pero los New York sí se rehicieron en uno.
En el 2000, los Jets rejuvenecieron y mejoraron con un draft histórico que incluyó una cartera sin precedentes de cuatro selecciones de primera ronda: el ala defensiva Shaun Ellis, el cazamariscales John Abraham, el mariscal de campo Chad Pennington y el ala cerrada Anthony Becht. El equipo eligió al receptor abierto Laveranues Coles en la tercera ronda, completando una renovación destacada que alimentó a la franquicia durante buena parte de la década.
Ese draft parteaguas se completó hace 15 años. Acepta la reverencia, Bill Parcells.
Parcells, retirado como entrenador en ese momento (cómo no), dirigió desde la silla de gerente general. Él sabía que no iba estar allí al largo plazo, así que su meta era dejarle muchos regalos de despedida a su sucesor, Al Groh, quien terminó yéndose tras un año. Pero esa es otra historia.
¿Cómo obtuvieron esas cuatro selecciones? Un recordatorio exprés:
Recibieron la N° 16 desde los New England Patriots como compensación por Bill Belichick. En la víspera del draft, Parcells envió esa selección a los San Francisco 49ers y subió a la posición N° 12. Yo no sabía al momento, pero estaba tratando de perfilarse para reclutar al receptor Plaxico Burress. Un dato interesante: él habló directamente con Bill Walsh, ejecutivo de los 49ers, en una negociación que enfrentó a un Salón de la Fama con un futuro Salón de la Fama... un conversación telefónica de pesos completos.
El gran movimiento vino unos días después, cuando los Jets enviaron al problemático receptor Keyshawn Johnson a los Tampa Bay Buccaneers por las selecciones N° 13 y N° 27; un acuerdo altamente controversial. Parcells recibió muchas críticas por eso. Se trataba del canje Darrelle Revis de esa época.
Recuerdo haber charlado con Groh antes del draft, tratando de extraerle información sobre su uso de las selecciones. Groh, ex asistente de los New York Giants, trató de ser gracioso y dijo que le gustaría reclutar al próximo Lawrence Taylor, Leonard Marshall y Mark Bavaro. En una coincidencia total (¿o lo fue?), terminaron reclutando jugadores en las posiciones correspondientes: Abraham, Ellos y Becht, respectivamente. A la fecha, me pregunto si el comentario de Groh fue aleatorio o una pista disfrazada de analogía absurda.
Ya saben cómo avanzó el día: tomaron a Ellis y Abraham en la casilla N° 12 y N° 13, respectivamente, seleccionaron a Pennington con su propio boleto N° 18 y tomaron a Becht en el 27°. Lo crean o no, la mañana siguiente los titulares se enfocaron en el fracaso de los Jets para reemplazar adecuadamente a Johnson. Claro, tomaron a Coles en la tercera ronda, pero nadie fuera de la organización esperaba que él lograra algo importante. Al final, fue echado de su equipo colegial y representaba una selección de alto riesgo.
Estábamos equivocados. Aparte de Burress, Coles resultó ser el mejor receptor de ese draft.
Una semana o dos después del draft, Parcells hablaba del sorteo con unos reporteros en un torneo de golf de celebridades. No puedo recordar las palabras exactas (no quiso ser citado en las periódicos del día siguiente), pero esto es más o menos lo que reveló: dijo que sería recordado como uno de los mejores drafts en la historia.
No, no será recordado como uno de los mejores, pero fue destacado en que esos cinco jugadores disfrutaron carreras largas y productivas. Jugaron un total de 59 años combinados, llegando a ocho Pro Bowls en el camino. Cada uno de ellos jugó al menos 10 temporadas, un logro Iron-Man en este deporte de sangre que llamamos fútbol americano.
Desde una perspectiva de equipo, ayudaron a los Jets a temporadas de playoffs en el 2001, 2002, 2004 y 2006. Ellis fue quien más duró (fue reemplazado por Muhammad Wilkerson en el 2011) e, increíblemente, Abraham jugó hasta el año pasado, terminando con los Arizona Cardinals y con 133.5 capturas.
Sí, los Jets siempre serán señalados por su largo historial de fiascos de draft, pero en un día particular de hace 15 años, la rompieron.