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Bianchi valora y admira a su rival

BUENOS AIRES (DyN) -- El Milan, de Italia, "es un gran equipo, un gran grupo, con excelentes jugadores que pueden ser titulares y practicar cualquier fútbol", comentó esta noche el entrenador Carlos Bianchi del líder del actual torneo de la Liga del calcio, de notable protagonismo en la Champions League.

"Al Milan no llega cualquier jugador. Todos son importantes. Hasta los que están en el banco (de suplentes), como a veces pasa con (los brasileños) Cafú o Kaká, o (el argentino Fernando) Redondo o (el portugués) Ruí Costa. La transferencia del más barato cuesta 35 millones de dólares", fundamentó Bianchi.

Si bien se rehusó a definir a futbolista por futbolista del Milan, destacó la eficacia goleadora del ucraniano Andrei Shevchenko ("Es temible. Aún recuerdo una goleada por 4-0 del Dinamo de Kiev como visitante al Barcelona, en la que convirtió los cuatro goles"), la experiencia del arquero brasileño Dida ("Ya enfrentó hace varios años a Boca con el Cruzeiro") y la versatilidad del italiano Pirlo "al adaptarse a varios puestos".

Más allá del exigente adversario, remarcó luego las dificultades que afrontará la delegación xeneize antes del encuentro, debido a la distancia con el Lejano Oriente.

"Es la primera vez que viajamos tan tarde, bajo condiciones más adversas en comparación con lo ocurrirá con las del Milan. Ellos van del frío al frío -remarcó-, sólo tienen ocho horas de diferencia (entre el huso de Italia y Japón) y 13 de vuelo; mientras con nosotros hay 12 horas y 32 de vuelo".

Se excusó cuando se le solicitó un pálpito para el trascendental cotejo del próximo domingo 14 de diciembre por la Copa Intercontinental, así como será el plan táctico y estratégico del rival: "No puedo saber cómo va a jugar el Milan. Se puede permitir jugar cualquier fútbol. Aparte, no estoy en la cabeza de ellos, no digo estupideces ni hablo por hablar".

"Tampoco puedo saber ahora cómo va a jugar Boca", añadió. En aquella previa, "le dije a Guillermo (Barros Schelotto) que no lo veía bien y fue la pena más grande que tuve como entrenador".

Quien ya venció al Milan 2-0 dirigiendo a Vélez Sarsfield en la Intercontinental '94 y a la Roma (3-0 y 1-1, durante su fugaz paso por el calcio) subrayó que "siempre le dan antes una gran importancia a esta copa. Si la menosprecian después, es porque la perdieron".

Tras evocar con indisimulable emoción y nostalgia aquellos juegos, Bianchi demostró una vez ser un hábil declarante al eludir elegantemente preguntas sobre su futuro profesional en 2004 y su reciente cruce verbal con el influyente dirigiente Jorge Cirilo.