MÉXICO -- Nuevamente, los Oakland Raiders están en medio de un proyecto de reconstrucción. En el segundo año de Reggie McKenzie como gerente general, y de Dennis Allen como entrenador en jefe, los Raiders siguen tratando de limpiar los errores del pasado, incluyendo una purga significativa en la nómina. Los Raiders siguen siendo un trabajo en proceso, y sería prudente no esperar demasiado de un equipo que, tras su aparición en el Super Bowl XXXVII, no ha vuelto a conocer una temporada ganadora.
FIGURA OFENSIVA A SEGUIR
Nadie puede poner en tela de juicio el talento del corredor Darren McFadden. Sin embargo, es difícil construir una ofensiva alrededor de un jugador que tiene tantos problemas para mantenerse sano. McFadden nunca ha jugado una temporada completa de 16 partidos en su carrera de cinco años, y en la campaña pasada fueron cuatro encuentros perdidos a causa de las lesiones. McFadden solamente ha rebasado la marca de las 1,000 yardas terrestres una vez en su carrera, en el 2010, y la temporada que viene es la última de su contrato original. El corredor ha declarado que desea mantenerse en Oakland, pero la franquicia tendrá que pensar seriamente si desean retener a un corredor tan proclive a lesionarse, y cuánto dinero estarían dispuestos a invertir en él. Una campaña productiva y sin lesiones por parte de McFadden dificultaría la decisión en Oakland.
FIGURA DEFENSIVA A SEGUIR
Los mejores años de Charles Woodson han quedado atrás, y además regresa a Oakland con algunas dudas sobre su salud a punto de iniciar su decimosexta temporada en la NFL. Sin embargo, Woodson puede aportar más que sólo una experiencia veterana en la defensiva secundaria de los Raiders y un líder vocal en el vestidor. Woodson sigue siendo uno de los mejores backs defensivos a la hora de la carga, y su presencia será vital cubriendo a los receptores internos en situaciones de defensiva "níquel" y "dime".
ADICIÓN CLAVE
El tackle ofensivo novato Menelik Watson estará bajo el microscopio. El tackle izquierdo titular Jared Veldheer se desgarró un músculo del brazo, y se espera que se pierda al menos la primera mitad de la temporada después de someterse a cirugía. Watson, quien inició únicamente 19 partidos repartidos entre Saddleback College y Florida State, todos como tackle derecho, tendrá ahora que fungir como protector del lado ciego de quien termine siendo el pasador titular en Oakland por más tiempo de que quisiera la franquicia. Watson, un británico que comenzó su carrea colegial jugando al baloncesto, y que lleva muy poco tiempo jugando al fútbol americano, es talentoso pero está de más decir que le falta pulir mucho su técnica. Si Watson no responde, los Raiders podrían tener que depender de Alex Barron, un tackle que ya ha fracasado en paradas con los Rams, Cowboys, Saints y Seahawks, a ambos lados de la línea, y que no ha jugado en un partido oficial desde el 2010.
PÉRDIDA CLAVE
Tommy Kelly fue, en su momento, el liniero defensivo interior mejor pagado en la historia de la NFL. Si bien la escala de remuneración de Kelly sirve, antes que nada, como evidencia de las malas decisiones financieras que habían perjudicado a la franquicia en los últimos años del mandato del desaparecido Al Davis, lo cierto es que Kelly era un jugador sólido en una plantilla en la cual eran contados. Ahora, las posiciones titulares interiores para la línea defensiva de Oakland serán para los nómadas Vance Walker y Pat Sims, un par de tackles que se combinan para 118 apariciones en la NFL, pero únicamente 33 inicios.
EN SÍNTESIS
Cuando McKenzie arribó a Oakland, era claro que no iba a arreglar a los Raiders de la noche a la mañana. Esta plantilla carece de talento y profundidad en múltiples posiciones, sin mencionar que se encuentran envueltos en una controversia de mariscal de campo entre el decepcionante Matt Flynn y el inexperto Terrelle Pryor. Todavía hay que salir a disputar los partidos, pero al menos sobre el papel, los Raiders pintan para una campaña con pocos destellos.