SANTA CLARA -- El entrenador en jefe de los San Francisco 49ers, Jim Harbaugh, no necesitó elevar las expectativas para el mariscal de campo Colin Kaepernick en una reunión reciente con los medios locales. Las expectativas para Kaepernick se han elevado desde el momento en que flotó un pase descuidado en los segundos finales de la derrota en el Juego de Campeonato de la NFC de la pasada postemporada, un lanzamiento que el esquinero estelar de los Seattle Seahawks, Richard Sherman, desvió hacia las manos del apoyador Malcolm Smith. Esa intercepción acabó con las esperanzas de los 49ers de regresar al Super Bowl y nos recordó Kaepernick no es Superman todavía.
Si realmente está destinado a alcanzar status de élite en esta liga, éste es el año en que necesita dar el gran salto hacia adelante.
Harbaugh preparó la escena para tales expectativas al declarar recientemente que sería la temporada de destape de Kaepernick. De hecho, pareció una declaración extraña porque Kaepernick realmente disfrutó su destape en su segundo año --cuando reemplazó al ex mariscal de campo titular Alex Smith a mediados de la campaña del 2012 y lideró a San Francisco hasta el Super Bowl XLVII-- per es sencillo ver en retrospectiva los motivos de Harbaugh. Un equipo que ya cuenta con dos receptores abiertos probados en Michael Crabtree y Anquan Boldin ha añadido a otros dos veteranos en la actual temporada baja (Brandon Lloyd y Stevie Johnson) y reclutaron a un receptor abierto más en el recluta de cuarta ronda Bruce Ellington. Sumen al ala cerrada de Pro Bowl, Vernon Davis, y Kaepernick nunca había contado con un mejor elenco de apoyo.
Kaepernick de 26 años de edad básicamente está en el punto de su carrera en que debe ser capaz de cargar a los 49ers cuando sea necesario. Nunca tuvo que hacerlo en el 2012. La temporada pasada, demostró ser incapaz de hacerlo sin Crabtree, quien sufrió una lesión en el tendón de Aquiles durante las actividades organizadas del equipo, y los 49ers sufrieron un inicio aletargado. En un tiempo en el que parecía más probable que los 49ers se recargarían en un su joven pasador en ascenso, Harbaugh revirtió hacia un ataque conservador, primordialmente terrestre, que salvó la temporada pero elevó interrogantes acerca del crecimiento de Kaepernick.
El hecho de que Kaepernick se recompusiera en la segunda mitad de la temporada y jugara bien en la postemporada ayudó a borrar algunas de esas preocupaciones. En su defensa, estaba jugando con un grupo de receptores diezmados por lesiones en la primera mitad de la campaña, también.
Pero no ha llevado su carrera al siguiente nivel donde se colocaría por encima de cualquier escrutinio. Se trata de un mariscal de campo que según reportes busca cobrar entre 18 y 20 millones de dólares anuales en su siguiente contrato. Si ha de ganarse un convenio tan lucrativo, no puede esperar que la gente haga a un lado sus carencias.
Una razón por la cual la temporada es tan crítica para Kaepernick es que los 49ers ahora lo necesitan más que nunca.
Primero, la celebrada defensiva que ha sido la espina dorsal de esta franquicia por los últimos tres años llega con preocupaciones significativas. El apoyador externo de Pro Bowl, Aldon Smith, podría enfrentar una larga suspensión; el profundo de Pro Bowl, Donte Whitner, firmó con los Cleveland Browns a principios de la temporada baja; y el apoyador interno de Pro Bowl, Navarro Bowman, no será capaz de jugar hasta la segunda mitad de la campaña después de sufrir rotura en el ligamento anterior cruzado en aquel encuentro por el título de la NFC. Son muchas armas que se retiran a una unidad que consistentemente ha ranqueado entre lo mejor de la NFL desde el arribo de Harbaugh en el 2011.
Esto significa que San Francisco no siempre contará con el lujo de jugar por la posición de campo, dependiendo de los robos de balón críticos y montados sobre las veteranas piernas del corredor Frank Gore. Los 49ers van a requerir más jugadas grandes de Kaepernick, quien ha hecho la mayor parte de su trabajo más memorable con las piernas. Todos recordamos el modo en que dominó a los Green Bay Packers con 181 yardas terrestres en una victoria de playoffs hace dos años y los movimientos que le hizo a los defensivos de los Seahawks en el juego por el título de la NFC --11 acarreos para 130 yardas--. Esos fueron momentos en que era comprensible entender por qué algunos en la liga creen que posee el techo más alto de entre cualquiera de los jóvenes mariscales de campo en el deporte.
El problema es que Kaepernick no ha sido igual de consistente con su brazo. El pase que interceptó Smith en Seattle fue el resultado de un mariscal de campo creyendo demasiado en su brazo y retando a un esquinero de Pro Bowl que ha robado 16 envíos en los últimos dos años. Kaepernick también necesita mejorar su capacidad de recorrer sus progresiones e involucrar a otros receptores. Era un jugador distinto cuando Crabtree retornó en la segunda mitad de la campaña, en buena medida porque Kaepernick claramente confía en Crabtree más que en cualquier otro receptor en la plantilla.
Eso no significa que el mariscal de campo de cuarto año no va a florecer. Los 49ers tienen armas más que suficientes y él posee talento más que suficiente como para no convertirse en un pasador de la élite. Pero es justo señalar que se trata de un año crítico porque los 49ers ya no son los cazados. Desde el minuto en que Seattle conquistó el pasado Super Bowl --con su propio joven mariscal de campo estelar, Russell Wilson, ayudando a guiar el camino-- enviaron un mensaje serio a sus rivales de la NFC Oeste. En resumen: los 49ers necesitan un sentido de urgencia mayor si quieren disputar trofeos Lombardi en el futuro cercano.
Eso podría explicar en parte por qué Harbaugh sintió la necesidad de hablar de Kaepernick tan temprano en el receso de temporada. Hasta esta semana, la mayor parte de la atención sobre Kaepernick se había centrado alrededor del incidente en Miami que fue investigado por la policía después de que una mujer argumentara que había estado de fiesta con él, con el receptor de los 49ers, Quinton Patton, y con el receptor de los Seahawks, Ricardo Lockette, antes de despertar desnuda en una cama y dirigirse a un hospital. Kaepernick ha sostenido su inocencia respecto a cualquier acción indebida, y no se han levantado cargos en contra de él ni en contra de ninguno de los otros dos jugadores involucrados. De cualquier manera, se trata del tipo de cosas con las que no necesita estar lidiando en este momento de su carrera.
Hoy, la narrativa ha regresado a lo que Kaepernick puede hacer cuando su progreso iguale su talento inmenso. Harbaugh llegó incluso a recordar al "The Six Million Dollar Man", el programa de televisión de los 1970s, diciendo que Kaepernick parece "biónico". Si es el caso, sería bueno ver a los 49ers usándolo como si tuviera poderes que desafían a la imaginación. Kaepernick inició 16 encuentros la temporada pasada pero lanzó para más de 200 yardas apenas en seis ocasiones.
Se trata de un número preocupante, porque habla de lo que debieron hacer los 49ers para ganar partidos la temporada pasada. Se trataba de administrar los encuentros y permitir a Kaepernick jugar dentro de sus propios confines.
Según parece, los 49ers no tendrán el mismo número de oportunidades de ser igual de conservadores durante el otoño próximo. Esta vez, se tratará de ver qué es lo que puede lograr su mariscal de campo... y si realmente está listo para llevar su nivel de juego a un estrato que es necesario que alcance.