MÉXICO -- Los Denver Broncos llegan una vez más a la temporada como serios candidatos al Super Bowl de la mano del mariscal de campo Peyton Manning y el entrenador en jefe John Fox.
Después de la derrota por paliza que sufrieron ante los Seattle Seahawks en el Super Bowl XLVIII, Denver no perdió tiempo y comenzó a reforzar su plantilla antes de que se cierre su ventana para alcanzar el anhelado titulo.
Los Broncos acumulan una marca 26-6 con Manning en los controles y no parece que esa tendencia vaya a cambiar este año, a pesar de la pérdida del receptor abierto Eric Decker y el corredor Knowshon Moreno en la agencia libre.
Emmanuel Sanders, adquirido en la agencia libre, y Montee Ball serán los encargados de cubrir a Decker y Moreno, respectivamente, por lo que Denver no se quedará sin armas ofensivas.
La defensiva también hubo cambios para los Broncos. El equipo se desprendió del back defensivo veterano Champ Bailey, cuyo liderazgo será extrañado, sin embargo la llegada del profundo T.J. Ward y del cazamariscales DeMarcus Ware cubrirán el lugar que quedó vacante tras la partida de Bailey, tanto dentro del campo como en el vestidor.
¿QUÉ PODEMOS ESPERAR DE LA OFENSIVA?
Muchos puntos. La temporada pasada los Broncos lideraron la liga con 606 puntos anotados, 37.8 puntos anotados por partido, y Manning estableció récords de la NFL en yardas lanzadas, 5,477, y 55 pases de touchdown.
De hecho, en el 2013 cinco jugadores de Denver terminaron con 10 touchdowns o más, los receptores Demaryius Thomas, Decker y Wes Welker, el ala cerrada Julius Thomas y Moreno.
La llegada de Sanders le da a Manning un receptor de características distintas a Decker, comenzando por el tamaño y la velocidad.
Sanders acumuló apenas 11 recepciones de touchdown en cuatro años de carrera con los Pittsburgh Steelers, en una ofensiva opuesta a la que tendrá en Denver y con menos jugadores explosivos a su alrededor, así que se espera que brille en Mile High bajo el ala de Manning y el resto de sus compañeros.
Por su parte Ball añade una presencia más física al backfield de los Broncos, con menos velocidad que Moreno pero mayor poder. Como novato, Ball terminó con 559 yardas terrestres jugando en un papel de reserva, con cuatro touchdowns, además de acumular 20 recepciones para 170 yardas.
Detrás de Ball, Ronnie Hillman tendrá la responsabilidad de darle un cambio de ritmo al ataque terrestre junto al elusivo C.J. Anderson.
La línea ofensiva se mantiene prácticamente intacta, a pesar del retiro del guardia Chris Kuper, por lo que la espalda de Manning estará bien cubierta una vez más.
¿QUÉ PODEMOS ESPERAR DE LA DEFENSIVA?
Más agresividad. Es cierto que Denver extrañará el liderazgo de Bailey, sin embargo su productividad había comenzado a sufrir un declive en los últimos años, en especial en el 2013 cuando sólo tuvo 12 tacleadas y tres pases desviados y terminó sin intercepciones por primera vez en sus 15 años de carrera.
Ward dará estabilidad a la secundaria junto a Rahim Moore en lo profundo del campo. En las esquinas se reforzaron con el talentoso Aqib Talib, quien acompañará a Chris Harris Jr.
Es cierto que Talib ha tenido interrogantes alrededor de su conducta en el pasado, sin embargo demostró en su paso por los New England Patriots que cuando está concentrado en el juego puede ser uno de los mejores esquineros de la liga.
Ware se suma a una línea defensiva que cuenta con Derek Wolf, Sylvester Williams y Terrance Knighton, una unidad que inspirará miedo tanto a corredores como mariscales de campo.
El único punto débil de la defensiva podría encontrarse entre sus apoyadores. Nate Irving está seguro en el centro, sin embargo Von Miller sufrió una grave lesión de rodilla que terminó prematuramente su temporada en el 2013 y recientemente Danny Trevathan, quien lideró al equipo con 105 tacleadas en el 2013, sufrió una fractura en la tibia que lo marginará entre seis y ocho semanas.
Es cierto que si la ofensiva se encuentra engranada, Denver no exigirá mucho a su defensiva, sin embargo también lo es que los Broncos tendrán un calendario brutal en septiembre y un inicio lento podría ser devastador para sus aspiraciones de asegurar jugar la postemporada en casa.
DESDE LA ENFERMERÍA
Miller sufrió un desgarre de ligamento cruzado anterior en diciembre y a pesar de haber tenido una gran recuperación, el equipo aún está tomando con calma su regreso al campo.
Es probable que veamos a Miller en el campo durante la pretemporada, sin embargo su participación será limitada.
Miller requiere tiempo de juego para recuperar la forma que lo llevó a ser elegido Novato Defensivo del Año en el 2011 y que le permitió tener dos selecciones al Pro Bowl en sus primeros dos años en la NFL.
Trevathan sufrió una fractura en las prácticas de los Broncos esta semana y el equipo no contará con él al menos en las próximas seis semanas, así que es poco probable que cuenten con su apoyador titular durante el mes de septiembre, el lapso más complicado de la temporada para los Broncos.
Marshall se perfila para tomar el lugar de Trevathan, lo que es un foco rojo para Denver ya que en dos años de carrera sólo ha jugado en seis partidos, ninguno como titular, y apenas tiene tres tacleadas de por vida.
PRONÓSTICO PARA EL 2014
Denver es serio candidato para regresar al Super Bowl esta temporada.
Las adquisiciones del equipo en la temporada baja no hicieron sino reforzar a una plantilla ya poderosa, y en el balance general los Broncos parecen haber ganado más de lo que perdieron.
El inicio de temporada de Denver es brutal, con duelos ante los Indianapolis Colts, Kansas City Chiefs y una complicada visita a sus verdugos Seahawks en septiembre, tres rivales que calificaron a los playoffs en el 2013, antes de disfrutar su semana de descanso.
Salvo un par de visitas a los New England Patriots y Cincinnati Bengals, el resto del camino no parece tan complicado para los Broncos, aunque pensar en repetir 13 victorias es poco probable.
Mi pronóstico es que Denver repetirá como campeón de la AFC Oeste, por cuarto año consecutivo, con una marca 12-4. Esta podría ser la última oportunidad para que Manning consiga ese segundo anillo de Super Bowl que tanto se le ha negado, sobre todo porque el tope salarial apretará a los Broncos el próximo año, así que si tuviera que apostar ahora, apostaría a que Denver estará jugando en febrero en el University of Phoenix Stadium.