HOUSTON -- El entrenador en jefe de los Houston Texans, Bill O'Brien, respaldó a su profundo después de ser blanco de la ira del mariscal de campo de los Denver Broncos, Peyton Manning, por un golpe que provocó una conmoción cerebral al receptor abierto Wes Welker.
"D.J. no estaba intentando hacer nada sucio", declaró O'Brien. "Estaba tratando de hacer una jugada, de hacer una tacleada. La marcación fue la correcta. Lo que uno tiene que hacer continuamente es mostrarles a los muchachos en el video cuál es la manera adecuada de taclear. No se golpea con la cabeza. Se golpea con los hombros y básicamente se golpea entre los hombros y la cintura, no encima del cuello. Sin embargo esa jugada es difícil de determinar si 'en verdad hay una falta'".
Swearinger golpeó a Welker al final del segundo cuarto de la victoria de pretemporada de los Texans, 18-17, en contra de los Broncos. El hombro del profundo chocó con la cabeza del receptor ya que Welker se agachó para realizar la recepción. Welker salió del partido poco después y le fue detectada una conmoción cerebral.
Es la tercera conmoción ce Welker en menos de un año.
Manning se molestó por la jugada y encaró a Swearinger de inmediato. Después de un pase de touchdown en la siguiente jugada Manning le reclamó de nuevo a Swearinger y fue castigado por provocar a un rival.
Después del partido, Swearinger dijo que estaba sorprendido de que su golpe haya provocado un castigo, porque trató de hacer una jugada limpia".
"Apunté con mi hombro", indicó Swearinger. "Eso es lo único que puedo hacer. Es un chico pequeño. Apunté con mi hombro. Los resultados son los resultados y eso es todo lo que puedo hacer en esa jugada". O'Brien coincidió con la perspectiva de Swearinger. Cuando se le preguntó si confiaba que Swearinger pudiese jugar dentro de lo permitido por las reglas, O'Brien respondió que "sí".
"D.J. está jugando duro", sentenció O'Brien. "Disfruto tenerlo en este equipo. La manera en la que juega, es un chico emocional. Adora el fútbol americano. Eso es lo que me encanta él. Desde el día que llegué él es uno de los primeros en el edificio. Trabaja duro en el gimnasio, trabajó duro en el campo de prácticas en las actividades organizadas por el equipo. [y] y trabajó muy duro para mejorar en el campamento de entrenamiento. Es un jugador emocional. Eso es algo que todos los equipos necesitan.
"Todos tenemos que entender cómo controlar nuestras emociones durante los partidos. Podría señalarme a mí mismo. Probablemente le estaba reclamando al oficial algo que no debí hacer".