NUEVA YORK -- Entusiasmados con el futuro prometedor del mejor prospecto dentro su organización, los Cardenales de San Luis tenían programado un encuentro con Óscar Taveras la próxima semana en la instalación donde se reúnen para los entrenamientos primaverales en Júpiter, Florida.
Tristemente, el vice presidente y gerente general John Mozeliak y una de las franquicias más ganadoras de las Grandes Ligas nunca llegará a ver los frutos de los planes que tenían para Taveras, tras su fallecimiento en un accidente automovilístico la noche del domingo en República Dominicana, en que también murió su novia.
Mozeliak recibió la desalentadora noticia sobre el pelotero de 22 años, tras recibir una llamada de Moisés Rodríguez, el director de operaciones internacionales, como a las 6:30 PM hora local de San Luis. El ejectuvio de los Cardenales entonces informó al dirigente Mike Matheny sobre la muerte del pelotero dominicano, para luego recibir llamadas y textos de los otros jugadores y entrenadores.
A través de una rueda de prensa que demoró veinte minutos la tarde del lunes, Mozeliak afirmó desde la tierra natal de Taveras, que estuvo en "shock" y "sorprendido y entristecido" con la inespereda noticia que le costó dormir.
"Fue alguien que se convirtió en símbolo de nuestra organización en cierto grado cuando se piensa en lo mucho que se ha escrito sobre él, lo que se ha hablado acerca de él", señaló el ejecutivo.
"En realidad nunca tuvo la oportunidad de realmente mostrarlo a nivel de las Grandes Ligas ...(Mis) primeros pensamientos fueron sólo del valor de la vida y la importancia de la misma", continuó. "No estaba pensando en el béisbol. Pensaba en un muchacho joven que tenía una tremenda sonrisa, que quería ser parte de esta organización".
Mozeliak se reunió en Miami con el padre del joven fallecido, que viajaba desde Montreal para abordar otro avión hacia la isla caribeña.
Tras bajar del avión y salir del aeropuerto, Mozeliak se dio cuenta del dolor que sentia el pueblo dominicano con la pérdida del joven que sobresalió con las Águilas Cibaenas en la pelota invernal dominicana.
"La gente es consciente. Óscar era (muy reconocido) en esta región y muchas personas lo veian como uno de los próximos grandes jugadores", aseveró.
El ejecutivo de los Cardenales, que fue acompañado por Matheny, dijo que la familia había programado una vigilia privada para la noche del lunes y el sepelio el martes donde se espera la asistencia de varios jugadores del equipo.
Mozeliak recordó la primera vez que vio a Taveras.
"Era muy atlético y podía batear", recordó.
"Fue uno de estos jugadores que cuando se le brindaba la oportunidad pudiera ser algo especial".
Tavera inició la temporada en Memphis, la sucursal de Triple A de los Cardenales, donde bateó para un promedio de .318 con ocho jonrones y 49 carreras impulsadas en 62 partidos. Debutó en las mayores el pasado 31 de mayo contra los Gigantes de San Francisco y conectó un cuadrangular en su segundo turno del partido. El joven, que nació en Puerto Plata y vivio parte de su adolescencia en Montreal, Canadá, tuvo un balance de .239 con tres jonrones y 22 RBI en 80 juegos con San Luis.
"No era más que un talento único. La industria lo valoró de esa manera", recalcó.
"Creo que las personas que llegaron a verlo en el día a día entendieron lo que era potencialmente capaz de hacer y lo hacía a una edad muy joven. Cuando hablas sobre él frente a los otros jugadores en nuestro sistema, simplemente no tienes muchos como Óscar".
Según reveló el coronel Diego Pesqueira, vocero de la Autoridad Metropolitana de Transporte, a The Associated Press, Taveras conducía "a muy alta velocidad" en la atardecer lluviosa del domingo antes de chocar contra un árbol que destrozó el automóvil.
Pese a que Mozeliak aún no tenía conocimiento de los detalles, advirtió no sólo a sus jóvenes jugadores, pero a todos aquellos en el deporte sobre la importancia de la prudencia que deben tener cuando están fuera del terreno.
"Lo que espero que salga de esto es que estos jóvenes jugadores que tienen este pedigrí de ser considerado especiales, se den cuenta que no son a prueba de balas. Que ellos entiendan que tienen que tener cuidado y entender que tienen que ser inteligentes acerca de sus decisiones cotidianas", dijo.
"Sin duda ayer fue un accidente y accidentes ocurren. Pero Óscar seguía siendo alguien que tenía un gusto por la vida y no tenía miedo de tomar un riesgo u oportunidad de vez en cuando. Espero que algunos de sus compañeros y los muchachos que estaban cerca de él comprendan que la vida es frágil y que necesitan ser cuidadosos e inteligentes para seguir adelante".